viernes, 11 de mayo de 2007

QUÍMICA Y FÍSICA

Tenemos agua en estado líquido, la colocamos en un congelador y la solidificamos, más tarde arrojamos el hielo sobre una sartén caliente hasta llevarla al estado gaseoso y finalmente sometemos el vapor a un cambio de temperatura y obtenemos nuevamente el agua en estado líquido.

Tenemos una palabra en la cabeza, la decimos en voz alta, la graba una máquina que la reproduce escrita en una pantalla, la traducimos de idioma en idioma hasta regresarla al propio, la imprimimos en un papel, alguien la lee en voz alta, uno mismo la escucha.

17 comentarios:

Jorge Mux dijo...

En ambos casos hay una palabrita que se interpone en los procesos: ENTROPÍA.

Jorge Mux dijo...

Cuando el agua pasa por diversos estados, una gran parte de su composición se pierde en la atmósfera.
Cuando traducimos una palabra a diferentes idiomas, los campos semánticos se pierden y se confunden.
En ambos casos, cuando volvemos a aquello que creemos "punto de partida original", en realidad tenemos algo muy deformado y muy disminuido de aquel punto de partida.
Los cambios no son reversibles, tanto en lo que hace a la naturaleza como a la información.

Anónimo dijo...

Los diversos estados de la palabra.
Hacía mucho que no leía algo así.
No sé para qué lado se va a disparar.
Este blog siempre sorprende.
Saludos.

Anónimo dijo...

Cuando se traduce UNA palabra, se pierden los campos semánticos? Cuáles? Los hubo? Y en tal caso, estuvieron en algún otro lugar más que en la cabeza de cada lector? De dónde se perdieron? Es el emisor el dueño del campo semántico? Y cuando la palabra vuelve al idioma original, está "disminuida"?

Jorge Mux dijo...

Enriqueta: es capcioso pensar un idioma como un conjunto de palabras aisladas; para traducir la palabra griega "logos", se debe recurrir no a una palabra en español, sino a todo un campo semántico. La palabra que elijamos en español no va a denotar exactamente el campo semántico de la palabra original. En sucesivas transformaciones a otros idiomas, esos campos semánticos también se modifican. Esto es consecuencia de que cada idioma particiona la realidad de maneras diferentes y a veces inconmensurables.
Pero no es necesario ir a la traducción interidiomática para ejemplificar este fenómeno. También ocurre con las comunicaciones cotidianas. El fenómeno "teléfono descompuesto" es el ejemplo básico de la entropía en las comunicaciones. Un mensaje rara vez -si no nunca- vuelve al punto de partida exactamente igual que como fue emitido. En parte, esto ocurre porque la información se maneja con sistemas de "fáding": el mensaje original es decodificado y destruido; sólo quedan los efectos en los receptores.
Estos son apasionantes problemas de entropía en los sistemas informáticos, que son paralelos con la entropía en los sistemas químicos y físicos, de los cuales dependen.

Jorge Mux dijo...

En principio, se supone que los campos semánticos no están solamente "en la cabeza de las personas". Como los conceptos, se los ubica idealmente en una especie de "tercer reino" popperiano, o "mundo de los sentidos" de Frege. El estatus ontológico de los campos semánticos -como de los conceptos en general- es bastante problemático. Pero hay bastante consenso en interpretarlos como una construcción intersubjetiva no completamente dominable por una mente. De hecho, ¿puede una persona decir cuáles son los campos semánticos que denota cada palabra? En realidad no.

Anónimo dijo...

Por eso nunca bebemos del mismo río.

Jorge Mux dijo...

Ejercicio: intente traducir la palabra "feo" al alemán. Le da como resultado aproximado la palabra "hasslich". Luego, traduzca esa misma palabra al español. ¿Qué vocablo español utilizará? Porque "Hasslich", literalmente significa "digno de ser odiado". ¿Traducirá "Hasslich" por "feo", por "odioso" o incluso por "odiable"?
En un caso tan simple como este se ve que la traducción no es unívoca.

Anónimo dijo...

Nooo jorge esto es cualqueira bajate del caballo chabon

Juan Ignacio dijo...

Bueno estoy de acuerdo con la pérdida entrópica Jorge, siempre que la limités a la energía (no a ésta junto a la materia) y que recuerdes que vale para un sistema cerrado.

Si llevamos la entropía al plano lingüístico sin duda hay una pérdida de información. Pero acá hay un problema: no podemos pensar en la información con la misma escala cardinal que pensamos a la energía; sería absurdo pensar en la información como una magnitud unidimensional.

Entonces, la degradación de la información contenida en el mensaje original sucede, pero también la transmutación de esa información en otras unidades semánticas y pragmáticas (no digo información porque sería abusar del concepto).

Por eso en la sucesiva degradación del mensaje original hay una producción sucesiva de nuevos contenidos.

¿Es eso un problema? Depende; si estamos intentando transmitir información, como cuando damos indicaciones de algo que sucede, sí.

Pero si estamos haciendo literatura o arte en general, esa transmutación produce una nueva obra. Una vez una amiga me dijo que tenía que comprar una máquina de cocer y yo entendí de "coger" y me causó mucha gracia. Ahí hay una ganancia que el modelo de teoria de la información a partir del 2º principio de la termodinámica no contempla.

Saludos.

Mauro A Fernandez dijo...

lo de diego no me disgusta, tiene algo flotante...
no me gustá en qué derivó la cosa, se puso turbia

Jorge Mux dijo...

Iota: estoy de acuerdo con usted

Mauro: ¿turbia?

Anónimo dijo...

Lo que Ud., intentó con la palabra feo y su traducción, ya fue hace mucho tiempo intentado en un vilipendiada canción, ¨que se mueran los feos¨, ve uno siempre trata de ver morir lo que odia.

Anónimo dijo...

La decodificación de una emisión en cualquier idioma natural supone el agregado de información por parte del oyente/lector. Está implícito en el funcionamiento del lenguaje; el receptor no es un ente pasivo sometido a la voluntad todopoderosa del emisor, sino un agente que colabora activamente con el emisor para lograr que el mensaje llegue a destino. (Por eso entre personas que no se aprecian es más fácil que haya malentendidos.)

Anónimo dijo...

En realidad, Jorge, no estamos tan en desacuerdo como Ud. cree. Cuando mandé mi comentario pensaba en Rosenblatt y me preguntaba, justamente, si la "entropía" a la que Ud se refire no comienza antes del proceso de traducción. Ud mismo lo dice...no hace falta llegar a la traducción para ver el fenómeno. Parece que es la palabra la que no es unívoca...y luego, por supuesto, la traducción.

Anónimo dijo...

Me llama poderosamente la atención que la foto que ilustra lo que escribió Perdomo sea de Masaru Emoto.
Llegó la new age al Submundo del espectáculo?. Se juntaron a ver la peli ¿qué rayos sabemos? o se compraron el libro de fotos de este señor?.
"Cada palabra dice lo que dice
y además más
y otra cosa".

Anónimo dijo...

MAMITA. CUANTOS PELOTUDOS.