Mostrando las entradas con la etiqueta ensayo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ensayo. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de mayo de 2008

ZAMBAYONNY EN LA TRASTIENDA EL 17 DE MAYO DE 2008

El cantor de cabecera del Submundo,
el Gran Zambayonny,
toca
el sábado 17 de Mayo
a las 21:00 hs.
en La Trastienda de San Telmo
(Balcarce 460)
Consultar puntos de venta de entradas
en la página de La Trastienda

A propósito, unas páginas escritas por Federico Novick ,sobre los últimos trabajos de Zamba

En el (medio) nosotros: la obra madura de Zambayonny
Si la sorpresa al escuchar los primeros cuatro álbumes independientes del canta/autor surgía como bomba neutrógena en varios continentes a la vez (el carácter violento de lo argentino, la sexualidad multiplicada e interminable, la noche sola, el humor perfecto), una atención continua de la obra producida en los dos últimos años revela su fase mucho más grumosa y compleja, donde revisa a esa “sociedad” del siglo veintiuno terriblemente ajada. El desquicio primero dio lugar ahora a una inmoralidad sin rencor pero consciente de las décadas perdidas y del verdadero lugar adonde nunca más podremos regresar: la juventud. Sin embargo el recuerdo se encarna en un gesto que se parece al candombe, melancólico y diez veces más fuerte sin puteada alguna, que disloca las nociones de un género musical informado por autores españoles, la clásica protesta latinoamericana y una tradición rioplatense de mínima observación y acidez de barro, como el río.

Hay mucho de boxeo y fin de fiesta en el relato, porteño desde el codo sur de la provincia, que vuelve secuencia mañanas de cabaret, chicas que escuchan a los Strokes en otro mundo, novios que esquivan golpes de tíos y padrinos, policías y mozos que no leen nunca el diario. El desfile constante de personajes de calibre surtido íntimo antes (la gloriosa dama de La sensación del té canasta viene por un segundo) se vuelve público en la reflexión sobre el pasado que acaba de terminarse: los noventa pasaron por arriba de un grupo humano que terminó huérfano y solo, pelado y confundido, desfasado de un presente incomprensible y travestido.

Estas cuarenta canciones, algunas reinterpretadas en “Tu Palabra Contra La Mía” (Televisión Abierta/Lábil Música/Rosner Records, 2007) funcionan como aquel sueño de muchos jamás concretado. El filme dramático, de gran producción y sólidas interpretaciones, con sexo explícito incluido en la trama y proyectado en los cines. La potencia que esas palabras reunidas exhiben se parece de alguna manera a una película donde el deseo se completa constantemente, corriendo los nervios a un costado y usando la crítica como palanca, cubriendo historias y sensaciones de una verdad luminosa, sin la máquina inverosímil de la pornografía pero con toda esa tripa revuelta de tendones, gritos agudos y transpirados lápices de labios.

El escucha, que se exalta ante la fortaleza de una lengua como trompo, va inundándose de sorpresas escandalosas en un salto en el hiperespacio con respecto a lo que podía suponer cuando sumergía su cabeza en los primeros álbumes, reconstruidos por muchos en la mezcla y en el desorden de su ausencia formal como unidades, como artefactos toqueteables. Es en esos compilados artesanales salpicados desde internet con canciones sueltas, y en esos meliés-eanos fotovideos que editores entusiastas crean en sus computadoras para el disfrute colectivo de la comunidad online donde habita el encanto de un secreto que une en ronda a muchas generaciones alrededor del planeta. Nadie escuchó esos discos, pero todos los conocen demasiado mientras les imprimen sus propias huellas digitales.

El vivo, que llegó tarde pero justo para un escritor de canciones en su propia habitación, explica aquello que no imaginamos nunca. Los cultores del arma de la palabra soez prefieren ahora el relato inmenso y clásico de Retiro Voluntario, que interrumpen con risas o declaraciones de amor instantáneas; los reflexivos y sensibles gritan Soy Supermán por la calle, apenas borrachos. Ahí, en el medio estamos nosotros que, siguiendo el decir de una de sus piezas tempranas, estamos tratando de cambiar. Para parecernos a él, que es, por supuesto, tan educado y tan formal.
Federico Novick, Abril 08

martes, 9 de octubre de 2007

ensayito rápido sobre erotismo (parte II)

EN LA ENCUIESTITA QUE VENÍAMOS HACIENDO,
DE LOS VARIOS TEMAS QUE TRATA EL SUBMUNDO,
GANABA POR AFANO EL ÍTEM "EROTISMO".
ASI QUE - SIEMPRE COMPLACIENTES CON NUESTROS LECTORES-
VAN NUEVOS PÁRRAFOS QUE CONTINÚAN EL "ENSAYITO RÁPIDO SOBRE EROTISMO" PUBLICADO TIEMPO ATRÁS.

cita / orgía
Ese parrafito que cuenta que en el medio de una orgía un tipo le pregunta a una mina "qué tenes que hacer esta noche".

amor / cita
Y esa de Lacán, que dice que el amor es un intercambio en el que se da lo que no se tiene a quien no es.

cadena / bocas
Como la cadena alimenticia en los manuales Kapelusz: la boca se alimenta de la teta, la teta despierta a la concha, la concha llama a la boca, la boca se come a la concha, la concha alimenta a la pija, la pija llama a la boca, la boca despierta a la teta, la teta alimenta a la boca y así.

permiso / gustos
Que venga tan sueltita la gente a chupártela. Y en eso, algo levemente apocado: espíritus que se complacen con la sola foto de la pija en la boca. Valgan las diferencias entre chuparla con permiso, chuparla para la foto, chuparla con gusto, chuparla con buen gusto.

nada / algo
Se dice: queda nada después de cojer. Pero se ve que han quedado tus ojos más claros, los labios hinchados, una media sonrisa, más oscuros los pezones. Éso es: nada, y las partes que se ven del cuerpo.

paja / cicatriz
Después de haberse hecho la paja, en la foto de la mujer desnuda que está en la revista el niño busca cicatrices. Encuentra dos. No metáforas, cicatrices.

vano / lleno
Tu olor cambió en absoluto las posibilidades del hueco de la escalera de mi casa. No sube ni baja tu olor, llena el hueco.

piel / gracia
La gracia no está en la concha ni en la boca sino en el brevísimo momento entre la concha y la boca. En las sumas, restas, divisiones y multiplicaciones que en ese tiempo la inteligencia de la piel puede hacer entre una y otra.

mirada / mirada

No es (¿cómo va a ser?) la mirada blanda del recién cojido, sino la relación entre ésa y otra mirada.

tiempo / tibieza
Es el tiempo que rodea el salto, y también el dibujo azaroso de la leche que va perdiendo su poca tibieza en la mejilla.

pija / patrón
La pija muerta apunta al infierno y eso da miedo. Curvada, la pija dura se vuelve al patrón: siempre, el hombre se coje a sí mismo.

fidelidad / silencio
Los oídos no tienen párpados. Y los cierres de bronce de la ropa de los hombres meten un ruido feroz. Las faldas, en cambio, y las bombachitas, siempre se enrollan y flotan hasta el suelo calladas, como caen en la arena unas lágrimas. Por eso se dice que son más fieles las señoras.

cuerpos / templos

Los feligreses comulgan el cuerpo desta puta, y entonces la hacen sagrada. Si otros van a entrar a mi casa, que sea de todos esta casa. Felices los invitados a la cena del Señor.

putas / Judas
Judas que -after such pleasures- acusáis con dedo pijo a la mujer, sobre la mesa de lo que fuera cenado cisne, sin razón: comensales que todo mienten salvo el eructo.

carne / escrituras

Algo que traspasa la carne, como una horda de ateos cruza los límites del templo y se come a mordizcones el corazón de yeso de Jesús y la Sagrada Escritura.

miércoles, 25 de abril de 2007

ensayito rápido sobre erotismo

¿TAL VEZ DEBERÍA ESPERAR A LA PRIMAVERA
PARA PUBLICAR ALGO ASI?
NADA, SE ME ANTOJA

hueco / sentido
En la distancia que hay entre lo deseado y lo posible, en el hueco entre lo sentido y lo decible, cabe el erotismo. Caben otras cosas, todas tal vez. Pero el erotismo señala la distancia, la diferencia misma, mientras se mete ahí. Entonces, la representación de lo erótico será más acabada si incluye la idea de la falta, de lo incompleto. Si algo absoluto hubiera, la necesidad de tomar la parte por el todo sería la prueba de su existencia.

aire / deseo
(sobre dichos de Adrián De Rosa)
Cómo el aire, hasta el aire -por ejemplo- tiene nombres. Palabras que circunscriben pedazos de aire, que resultan ser algo apenas por su encierro: hueco, el vano de la puerta, pasillo, el cielo, la concha. No cosas sino vacíos donde a veces algo se deja pasar. Ahí se escucha la inquietud del deseo ordenada por la boca, otro hueco. Cajas chinas desesperadas.

cuadro / amante
La historieta hace el recorte más visible, cuadro a cuadro, sus elipsis entre cada uno, su blancura al margen. La historieta tiene obligaciones parecidas a las del erotismo: mostrar que no muestra. Ensombrecer, recortar, fragmentar, ampliar, reducir… recursos para el comic y para el erotismo. El lector, como el amante, se queda donde más le gusta.

secretos / misterio
El misterio, el supuesto absoluto, no es revelable; pero se puede secretear. Secretos, tajos en la pollera. El secreto importa, trae adentro, es la posibilidad humana de imitar con relatos el misterio. Cada época con sus maneras propias de imitar, transmitir, contar.

tajo / ojos
Parpadear es una suerte. Así el mundo se mata regularmente, se ordena, se calma. Tajo en la pollera, tajos en el mundo para tener un tiempo, cortes en el tiempo para tener un mundo. El tajo como ayuda para el ojo y el espíritu. Quien no parpadeara sería un asesino, o un pez.

promesa / eternidad
No se trata tanto de comprar como de salir a comprar. Consumir sin consumar, ojear. Ahora que llegó el futuro, hay que volver a cargar el presente. La ropa en algún momento resulta que no te va a quedar. La promesa, en cambio, sostiene su secreto perdurable, imita una eternidad.

cojer / orden
¿Hay alguien que me pueda cojer en esta disco? ¿Hay alguien? Por el orden que le han dado a la luz, veo pedazos de gente. ¿A qué pollera, a qué cara pertenecía ese tajo? Las voces son de quiénes. Cualquier momento de seducción siempre ha sido una escena, un montaje. En la disco los cuerpos recortados vuelven a recortarse. Un tajo en ninguna parte empieza a dejar de ser un tajo. Quiero ver un cuerpo entero, un plano medio aunque sea.

cuerpos / alma
La gente ve a sus cuerpos desde afuera. Los lleva a dar una vuelta, los lleva al gimnasio. Hay que vigilarlos y tratarlos bien a los cuerpos, que la culpa que antes estaba en el alma ahora se ha puesto ahí: fumar es un pecado.

marilyn / escena
Un día vi a Madonna haciendo de Marilyn, apenas más maquillada, un poco más obscena. La parodia enfriaba de a ratos la necesaria complicidad del erotismo. El efecto del pasado se deshacía excesivamente iluminado en la escena presente.

tiernas / fast food
En esa película de Abel Ferrara el policía tiene a su merced a dos tiernas adolescentes casi encerradas en un auto. Pero nomás las mira por la ventanilla y se hace la paja. Fast food.

sección / películas
Atracción fatal, perversión mortal, instinto animal, caricia mortal, deseo final, el beso letal, obsesión frutal…En la sección erótica de los videoclubes todas las películas tienen nombres de cinco sílabas que terminan en una punta líquida y suenan parecido. Eso algo debe significar, pero no sé qué.

carne / sección
Sobada, transpirada, diseccionada la carne, se vuelve al erotismo. En la sección pornográfica de los videoclubes cada vez hay más películas nacionales: el pajero sabe que del otro lado de la pantalla hay un prójimo, la mirada incestuosa busca a la prima entre los actores.

promesas / sobres
“Por favor no hagas promesas sobre el bidet / por favor no me abras más los sobres” dice el maestro, resiste al erotismo que se expone, se revela, se higieniza, se deshace. No puede haber erotismo moderno, el erotismo siempre es una barbaridad.

labios / ciruelas
Una vez Iris, que tiene los labios morados, comía ciruelas. Me sonó medio obscena la imagen, por la coincidencia de los lugares del placer con los lugares comunes de la literatura. Entonces me salí de ahí pensando que las ciruelas no le gustaban a ella sino al color de sus labios.

frutas / poemas
Todas esas comparaciones que hubo de partes del cuerpo con piedras preciosas, sedas y frutas... Un poema de Quevedo se ocupa de terminar con ese asunto que nunca ha terminado, y sugiere que no hay nada erótico en una cara que parece una ensalada. Unos siglos después vino ese cuadro de Archimboldo, un chiste literal sobre los versos de Quevedo.

capítulo / luz
En un capítulo de Raucho que leí cuando tenía once años, se embriagaban con éter y Raucho con la luz prendida acariciaba a una mujer flaca que tenía una quemadura grande en el lugar de un pecho. Ya revisé tres veces el librito y no encuentro esa parte.

textos / memoria
Me decía Guillermo lo difícil que le resultó encontrar textos eróticos en las memorias de Casanova. Casanova tiene esa fama, pero se ocupa de otra cosa. Lo interesante es porqué dicen todos que hay eso donde no lo hay.

memoria / amor
Escribía un interminable poema de amor. Cada vez que el carro temblaba un poco, al final de un verso, se acordaba de la chica que había dejado caer al piso su máquina de escribir.

verás / vieras
Estaba esa de la chica apoyada en la barra que le decía al barman “bajame la caña”, el tipo la miraba a ella y miraba la botella en el estante. Ahora, la publicidad no solo no oculta que vende, sino que explica cómo vende. Por eso la publicidad no es erótica, es pornográfica. Ya nunca me verás como me vieras.

amor / baba

En el chat, el sexo ha vuelto sobre los usos del amor cortés. Largos complejos cortejos hechos solo de palabras. Redes de baba envuelven a quien está solo y espera. Códigos rígidos como ciertos vestidos, muchos botones para soltar de a uno. Carne simbólica envuelta en una red oscura, como a veces los muslos de las señoras.

m.a.f.
para la muestra Impícito-Explícito
Galería El Borde - bs as- mayo 2005

martes, 12 de septiembre de 2006

EL GRAN ZAMBAYONNY

aZambayonny
La chota, un arma entre los dientes *

Zambayonny es el nombre conocido de un casi desconocido cantautor argentino. No ha sido editado, sus canciones circulan desde hace dos años de mano en mano.
Su obra consta de 5 discos, cada uno con 20 temas: Pensando en voz alta, La pistola de carne, Salita verde (canciones para niños), La pendeja puta que todos llevamos dentro y Milanesa de pija. Actualmente prepara un disco con 60 canciones: El inconciente de Zamba.

I.
No me hablés de amor
mientras me chupás la pija
porque no
se te entiende nada
Su madre recibió con las piernas abiertas a todos los cantantes que pudo. Ellos cantaban y el feto escuchaba. Por eso no es posible reconocer a un solo papá de Zambayonny, de todos hay un poco de leche.
De Zitarrosa le quedó algo en la manera de cantar, una idea rara del comunismo y el ánimo sentencioso. De Jaime Roos, un poco del ritmo y estribillos pegadizos. De Favio, la melancolía y el cariño por lo cursi. De Serrat, la mirada sobre cosas chicas. De Sabina, el modo afectado y efectivo de versificar y el gusto por las enumeraciones. De Silvio Rodríguez, un rastro melódico y algunos adjetivos. De George Brassens, la relación con la poesía. De Jorge Schusseim, cierta argentinidad oblicua. De Leo Masliah un humor prepotente. De Rodolfo Zapata la verdad sobre la vida.
La mala leche es de Zamba.
Yo soy la sombra negra del hit
y tengo el culo roto del glam
Me cojo un heavy sin presumir
y las tangueras trolas me van
A pesar de las notables influencias, el arte de Zambayonny no está en ningún lugar, es verdaderamente excéntrico. Si la categoría “marginal” siempre es infeliz e incierta, más desgraciado sería adjudicársela a Zamba. Más bien, su trabajo consiste en la apropiación y -a veces- degradación de fórmulas de la música popular. El eclecticismo hecho para la mierda.

II.
Me cago en los que nunca entienden nada
pero vienen a afinarme la guitarra
Como Dylan, Zambayonny no hace música, sino que fabrica canciones. La música está reducida al mínimo necesario para que eso que hace sea una canción. Y aunque la lírica es un problema presente, tampoco se trata de versos que resistan a la falta de música.
Todos sus discos están grabados en una computadora pedorra, con una guitarra española y un microfonito de lata. La voz tiene un efecto nada especial que la engrosa, la baja y la ensucia. Esta voz no viene de un estudio, ni de un escenario, ni de un disco. Viene de ninguna parte.
Puedo aburrirte igual que una murga,
puedo vestirme a lo alternativo
Tengo la falsa humildad de la cumbia
porque culeo con el Dios del estribo
Nuestro artista compuso más de cien canciones al hilo, demasiadas para dos años. Es que Zamba tiene mucho que decir, por eso sus magníficos estribillos tienden a variar: en cada repetición algún verso cambia, molestando al cantante acostumbrado y boludo que todos llevamos dentro.

III.
No me mientas no me mientas
porque yo, mi amor
probé la verga
No me mientas no me mientas
que alguna vez fui pobre y comí mierda
El pequeño Zamba ya la chupaba desde el vientre, mientras su mamá era empernada sucesivamente por los pijudos del cancionero latino. De esa temprana experiencia quedó en la obra de nuestro artista una extraña concepción del ser puto nacional.
Una de dos, o las dos: Zambayonny es un macho bastante puto, o es un puto bastante macho. Casi siempre en sus canciones se inclina sobre las mujeres con su verga nada metafórica, pero sus cantos también se abren al deseo por lo masculino cuando los amigos están al alcance de la mano.
Hay locos caminando por la calle
con técnicas para que te desmayes,
andá a saber si no te están buscando
porque el día de la verga está llegando
Pijas, pedazos, garchas, sables, chotas y porongas, emergen de un machismo exacerbado que se ahoga a sí mismo y pide una verga como snorkel. A propósito: los diversos nombres del pene nunca se usan como sinónimos ni por necesidad urgente de la rima, cada uno encaja en el lugar único que le calza. La cuidada relación entre cada uno de los nombres del pito y el hueco que le deja la canción es una de las marcas poéticas de Zambayonny.
Cuando se dice “te queda bien”
es que aprueban algo que se quedó,
o sea algo que se detiene o que se para,
o sea significa:
a vos te gusta mi choronga parada

Como la verga es su metro poético, Zamba la encuentra en todos lados: eufemismos psicologistas, estribillos de cancha, conversaciones de amigos, canciones románticas, relatos obscenos, educación sentimental, o cualquier otra cosa que sobresalga en la superficie del habla de los niños que quedaron bien educados.

IV.
Quién te dijo que si tengo la verga
como una cosa fea que me cuelga
no se pude chupar
no se puede chupar, mi amor
a chupar mi amor
Algunas de sus canciones son de amor pero no lo parecen. Muchas parecen de amor y no lo son. El amor se degrada para dejar lugar a asuntos aparentemente subsidiarios, los residuos del amor adquieren una potencia inesperada.
La degradación es una idea que se repite: cuerpos, amores, objetos y vidas se presentan tan deshechos que parece que no pueden morir más, pero Zamba los espera para volver a machacarlos en la tercera estrofa. Y a veces, también en la última.
El argumento lo discuto con la verga,
andá a saber si tu conchita me entretenga
Para este artista que moraliza, explica y (sí, también) protesta, hay sin embargo una acechanza constante, un doblez cierto e indecible de las cosas, cuya presencia relativiza su propio discurso y el ajeno. Como si se pudiera parodiar sin recurrir a modelos.

V.
Voluntarioso sin talento y convencido,
coge reinas chupa pija y linda letra,
desdichado con salud y buenos vinos,
gordo puto premio Nóbel y con tetas
Sus canciones nos quieren hacer creer que existe lo obsceno, el primer recurso notable es la abundancia de “malas palabras”. A la segunda pasada del disco, más allá y más acá de las malas palabras queda incomodidad, un asco persistente. Lo obsceno resulta ahora la exhibición de miserias, desvestidas de los estereotipos que las hacen más amables, y vueltas a vestir compasivamente.
No me pidas el sol mi amor
porque quema, quema como loco
No me pidas el sol mi amor,
la poronga es el helado de los crotos
Lo escatológico no termina de ser metáfora ni mera provocación, sino que es la clave de una poética. La “mala palabra” es la última palabra posible: “no me importa, no me importa, no me importa porque tengo poronga”, dice Zamba en una de sus canciones programáticas.

VI.
Luna, satélite conchudo de la tierra
yo no sé para que mierda tanta vuelta,
sos la puta blanca de la noche negra
sos el blanco de las pajas
que se clava el corazón en desventaja,
sos la eterna compañera
que ilumina y no visita mi catrera
A trescientos ochenta y cuatro mil
quilómetros de mí
es difícil mandarte a la mierda
Caliente de día, de noche tan fría,
adelgaza y engorda, ilumina y se borra,
yo sé cuál es tu tipo de mujer...
que estoy cansado de querer

(*) En negrita, versos de las canciones de Zambayonny

Adrián De Rosa
Mauro A. Fernández

(publicado en la revista "Otra parte", set 2006)