Se llama Dr. House
La dan por Universal Chanel los jueves a las 21
House es un médico como de cuarentaysiete. Su especialidad -en la que es un genio- es la semiología médica (la interpretación de signos/síntomas). Este tema se propone como enigma de policial clásico: descubrir la enfermedad como descubrir al asesino.
La serie podría incluírse entre las que ha dado la desgraciada cultura mistica y moralista de la salud (tan de esta época), es pariente de esas de medicina forense y de las de hospitales. El antagonista de House, sin embargo, no parece ser la enfermedad, sino el enigma mismo y, en última instancia, la misma muerte.
Supongo que House es desagradable para casi todos su prójimos del lado de adentro de la tele. No es compasivo con sus pacientes ni con nadie, es lo contrario de los médicos humanitarios, sacrificados y sonrientes de ER. Tiene a su cargo un grupo de jóvenes y eminentes discípulos a los que insulta y trata de tarados todo el tiempo, en especial a las chicas del equipo a las que además babosea cada tanto solo para halagarlas o molestarlas, poniéndose al borde de la elegancia.
House es obsesivo, rengo, muy resentido, cínico, y no coje. Cuando su bastón no cuelga de su enorme moto Kawasaki, golpea ventanas, puertas, frasquitos y personas del hospital, incluso pacientes. Su ex esposa también trabaja ahí, él siempre busca la manera de hacerle sentir la mala leche que le dejó el divorcio.
House odia. Odia a sus colegas eminentes, va disfrazado a sus cátedras y conferencias solo para molestarlos. Su único amigo es médico tambien, un tipo -como podía esperarse- atildado. House le come la comida vegetariana que lleva a las guardias aunque no le guste, cuenta sus peores miserias delante de todas las mujeres, le tiende trampas de adolescente psicópata y -por supuesto- jamás le sonríe ni lo palmea ni lo consuela. Una vez, por excepción, el amigo le serruchó el bastón. House cayó al piso y se hizo mierda delante de todos. Fue un gesto medido en relación a lo que el héroe merecía.
House es bastante sucio y descuidado, malhablado y drogadicto. Mientras trabaja en el hospital toma litros de café, anfetaminas, calmantes fuertísimos, opiáceos sintéticos, tranquilizantes, porro y ¡ácido!. En su casa toma cerveza y fuma habanos, aunque jura no beber alcohol.
House es mentiroso siempre, salvo que decir la verdad le sirva para herir a alguien. Es especialmente cruel con las familias de sus pacientes, a quienes hace chistes sobre la posible muerte de sus seres queridos. House a veces toca el piano y lo hace bien.
Las intenciones de House siempre están un poco corridas de lo que sus prójimos esperan. Es un poco depresivo, si puede evita el trabajo y se dedica a pajearse, dormir o pensar. Del hospital no lo echan porque es el mejor, aunque su relación con las instituciones es por lo menos tensa. Hasta ahora -que yo sepa- nadie le pegó un tiro, pero pronto sucederá.
Los diálogos son muy veloces, el guión es preciso. Las cámaras no se mueven de más y la música no es melodramática. Cada diez segundos masomenos hay un chiste de humor negro. La cosa está casi cerca de la incorreción televisiva y la lista de enfernedades raras se agota, asique no sé cuánto más puede durar.
10 comentarios:
Quisiera poder ver esa serie, me pegó mucho eso de "Es un poco depresivo, si puede evita el trabajo y se dedica a pajearse, dormir o pensar". Con ligeras variantes, soy yo.
Bueno, debo confesar que así como Alexander Monday era el ladrón que yo hubiera querido ser, House es el malo que no tengo el valor de ser.
-... tenemos un bebé de 4 meses a punto de morir, y ya equivocamos el diagnóstico siete veces... (mira a su equipo médico) ¿quién está exitado?
Dr House
Yo de chiquita quería ser Batichica.
Mi hermano Pablo es fanático de esta serie hace mucho tiempo.
Cuando estuvo de visita por acá logró que varias personas con solamente ver UN CAPÍTULO (acompañados por él y sus explicaciones pertinentes) se hicieran fanáticos de House.
Yo ese día estaba mirando fútbol y no puedo hablar de la serie, bueno, en realidad, podría pero bajo un seudónimo, tal vez lo haga.
por favor, me gustría leer la opinion de tu pseudónimo...
Apoyo lo de la frase de la semana. House es uno de esos programas que pagan el tiempo frente al televisor. Mi golpe favorito: uno en que insulta a un padre para que este lo golpeé con el puño, excusando así al "inocente" House para darle un bastonazo en el pecho, inducir la asfixia y obligarlo a aceptar que era culpable de la enfermedad del hijo.
[por si acaso, no soy el pseudónimo, llegue aquí vía enlafrente]
Me he vuelto adicta a Doctor House. Es una de las cosas que espero con mayor ansiedad durante la semana. Gracias Mauro.
dije en el post:
"Hasta ahora -que yo sepa- nadie le pegó un tiro, pero pronto sucederá"
parece que en los capítulos nuevos, mas temprano que tarde, sucedió.
estoy alardeando de un defecto que tengo: anticipar argumentos de series y películas.
casi siempre puedo contar los finales, con escaso margen de error.
ése es el motivo por el que tantas veces me he divorciado, y no todas esas cosas raras que me quieren hacer creeer cuando voy al psicólogo.
incluso, a veces leo un libro y sé quien va a filmar la película correspondiente, y cómo va a ser esa pali.
Es como una habilidad de circo. Llama la atención pero... ¿servirá para algo?
(están discutiendo si es conveniente hacerle un trasplante de hígado a una paciente)
- No vale la pena; de todos modos va a morir.
(un poco más tarde, cuando algunos del equipo deciden que de todos modos hay que trasplantarla del hígado)
- Bueno, esperemos que haya un choque múltiple en la autopista y que mueran todos, porque no estamos precisamente nadando en hígados.
Publicar un comentario