miércoles, 12 de mayo de 2010

Pequeñas anécdotas de las instituciones (I)




Cuenta mi amigo S. que un conocido de él encontró una carta en un sobre pegado con cinta scotch que le dejaron debajo de la puerta de su departamento. No tengo la carta, pero trato de contar como puedo lo que mi amigo dice que le dijo un conocido que dice esa carta:


“Hola mi amor. Quizás sea un desubicado, pero no me importa. Todos los días te veo pasar y no me aguanto más. Ya no puedo más. La verdad me pajeo todos los días pensando en vos. Quiero que me hagas lo que vos quieras pero lo que más me calienta es que te saques las adidas marrones que siempre usás y con una agarres los cordones y me ates las muñecas y me pongas en 4. Y que la otra zapatilla me la ates en la cara bien apretada para que yo pueda oler ese olor hediondo mientras me rompés bien el orto a tu gusto. Espero que no te ofendas, y en el fondo de mi corazón ojalá compartas mi deseo más profundo…. ¿Te parecerá una locura? Podrás pensar que soy un soñador pero no soy el único… Un beso en la punta de tu pija. Sinceramente, Ruben (El Portero)"

4 comentarios:

Drimer dijo...

Impactante remate.... Podrás pensar en español que es una frase de Benedetti..., ¡pero es Lennon traducido!

Anónimo dijo...

muy visarro para ser cierto

Viuda de la noche dijo...

Basta solo una palabra
Una palabra tuya y me humezco
Mis dedos (vos) se deslizan y te siento
Suavemente me penetras
Suavemente me adormezco...

Tuya siempre.

Viuda de la noche dijo...

Sigo buscando
Encuentro imágenes
Tu cuerpo en la pantalla
La subjetividad por sobre todo
Siempre igual
Que importa que no estés
La obra de arte es otra cosa
El arte de sentirte dentro mio
Cierro los ojos
Vuelvo a desvanecerme
Me abro y me penetras
Siempre me penetras