Es un texto escrito sobre el pasado, casi historia. Pero de repente se me hace futuro. Sólo es una sensación.
EN LA ESTANCIA
(reflejos en la escarcha)
Como en Siberia hoy. Hoy: un frío del ojete, nada más. Si el enemigo está triste, está solo, sólo puede hacer: nada. Nadar en un estanque escarchado en la superficie te raya la piel: mil rayitas totalmente demodé. Un estanque: Yo nunca ví: un tanque australiano, campesinos. Tampoco hay campesinos acá.
¿Cómo se llaman?: Hombres de bigotes dificultosos, falsos y separados cada uno de los pelos de la barba y los bigotes de esos tipos rústicos de dudosa habitabilidad pampeana que afeitan y emparejan sus dudosas barbas de pelos ralos en el reflejo de la escarcha de un tanque australiano muy cerca de una casa con la puerta abierta y una mujer en el hueco parada con los brazos en jarra mirando los tristes pelos de la barba de su macho que no son los de la barba corta y tupida y viril y deseable del dueño de todo ese ganado que cuidan todos los días sólo a cambio de dos churrascos diarios arrancados de esas miles de vacas a las cuales sólo les cuesta medio gramo de carne a cada una servirle un par de churrascos a esos dos culosucios que las pastorean.Reflejados en la escarcha: El patrón se lleva a la mujer. El morocho, a cambio, cuatrerea algún animal.
(reflejos en la escarcha)
Como en Siberia hoy. Hoy: un frío del ojete, nada más. Si el enemigo está triste, está solo, sólo puede hacer: nada. Nadar en un estanque escarchado en la superficie te raya la piel: mil rayitas totalmente demodé. Un estanque: Yo nunca ví: un tanque australiano, campesinos. Tampoco hay campesinos acá.
¿Cómo se llaman?: Hombres de bigotes dificultosos, falsos y separados cada uno de los pelos de la barba y los bigotes de esos tipos rústicos de dudosa habitabilidad pampeana que afeitan y emparejan sus dudosas barbas de pelos ralos en el reflejo de la escarcha de un tanque australiano muy cerca de una casa con la puerta abierta y una mujer en el hueco parada con los brazos en jarra mirando los tristes pelos de la barba de su macho que no son los de la barba corta y tupida y viril y deseable del dueño de todo ese ganado que cuidan todos los días sólo a cambio de dos churrascos diarios arrancados de esas miles de vacas a las cuales sólo les cuesta medio gramo de carne a cada una servirle un par de churrascos a esos dos culosucios que las pastorean.Reflejados en la escarcha: El patrón se lleva a la mujer. El morocho, a cambio, cuatrerea algún animal.
1 comentario:
lindo lindo
con esa máquina tan propia De Rosa para sacar oblicua y distorsionadamente cierta poesía en... ¿en lo qué? ¿en lo rural?.
con esa cosilla siempre cruda y obscena de la carne vejable, cojible y lastimable del pobre, como esa la del niño proletario.
pelos a cortar en la cara,sobrantes, y más cosas que cortar con escarcha filosa como vidrio o yilé, como se cortan las fetas del ganado o la piel o el tiempo del frío o la distancia entre la paisana y su macho o entre ambos y el patrón ¿patrón de barba candado?.
dos cosas hay bellas que podrían ser más aprovechables si menos precipitadas: la imagen de estanque al principio esta algo grumosa por la reflexión que la socava; y el final que se apura: hay más final fino afinado posible.
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