viernes, 4 de abril de 2008

EL TÍO Y EL SOBRINO Y GUSTAVO BÉLIZ

Después de un largo parate debido al áspero debate acaecido en el Submundo, hemos regresado con el estreno de un nuevo capítulo del “Tío y el Sobrino”. Poco a poco nos estamos acercando al final de esta exitosa segunda temporada, por lo tanto los más fanáticos ya empiezan a lamentar nuestra próxima ausencia con el final mismo de las temperaturas elevadas al igual que el año pasado. Igual no hay que llorar de antemano, todavía quedan unos pocos capítulos y un extra con bloopers y sorpresas. Obviamente se siguen aceptando argumentos para la Tercera Temporada que promete novedades impensadas para todos los gustos.

Mientras tanto seguimos recibiendo hermosos mails de nuestros seguidores a los cuales queremos agradecerles de antemano por sus palabras. A continuación transcribimos uno de ellos firmado por el ministro Gustavo Béliz.

“Antes que nada quiero decirles que admiro profundamente al Tío y al Sobrino, es más, son casi lo único que miro en la internet porque el Opus recomienda no cruzarse con contenidos que ofendan al buen cristiano. Igual no es que yo sea un pelotudo, sé positivamente que hay mucha pornografía dando vueltas y es más, de vez en cuando me clavo una santa paja como dios manda, pero bueno, yo fui Ministro del Interior y me parece que ustedes no, así que no veo el por qué de tener que explicar mi vida privada, que por cierto vengo medio cagado a palos desde que dejé el gobierno y entré en quilombos con la justicia. Al principio me propuse vivir de la publicidad con un blog bastante sencillo, fotos de putas y chistes finos, una especie de magazine intelectual con afección por las putas. Las fotos las levantaba de cualquier parte y si tenía dos mangos (que ahora no los tengo) me pagaba una paraguayita trola que hacía esquina por donde yo paseaba a mi perro y le sacaba las 840 fotos en calidad media que me permitía la cámara digital que me afané en Cuidad del Este cuando volvíamos re puestos de la casa de Lino Oviedo con Carlitos “52%” Menem. Después las subía al site cuando mi mujer se iba al dormitorio a encureñarse la argolla. El resto del blog eran textos que yo escribía sobre actualidad o cualquier otra pelotudez, es que yo siempre tuve mucha facilidad para las letras, por ejemplo los discursos de Carlitos los hacía de merca mal y a veces le ponía furcios a propósito para que el Turco turro mordiera la banquina. Siempre apostábamos a que los leía sin pensar, me acuerdo que una vez en Tucumán, delante del compañero Bussi durante un acto de comienzo del ciclo lectivo le puse en el papel… “y este año redoblaremos el esfuerzo para que las maestras rurales tengan la verdadera poronga que se merecen” Fue tremendo, el Turco la leyó de corrido y recién se dio cuenta de la barbaridad que había dicho cuando las risotadas de Bussi lo interrumpieron. Inmediatamente Menem me miró como diciendo: “Gustavito, que pedazo de hijo de puta que sos” y tuvo que parar con el discurso, los matones incautaron todas las cintas de audio y de video para que nadie las viera, mientras amenazaban con ametralladoras a los chicos que lloraban y a las maestras que gritaban por si repetían esta anécdota en alguna parte. Lo cierto es que un periodista de una FM de San Miguel se hizo el pelotudo y se llevó la grabación, salimos a buscarlo por todas partes y lo cazamos en el sótano de la casa de su abuela, luego lo llevamos al medio del monte, lo desnudamos, lo estaqueamos y le dimos para que tenga y guarde, a mí la idea de violarlo me daba asco así que solamente se la chupé dos veces. Después le echamos unas ramas secas encima y lo prendimos fuego. Igual la cinta nunca apareció, dicen que la tiene Bussi, y que la pone en el pabellón de vez en cuando para que se caguen de risa los otros presos. Ahora estoy medio jodido, perdí mucha guita siendo testaferro de estos hijos de puta, me acuerdo que un día me levanté y le dije a mi mujer: “Tengo 180 millones de dólares” y ella se ofreció a coger antes de las diez de la noche por primera vez de la alegría que tenía “Pero no son míos, pelotuda”, le tuve que decir. Ella nunca terminó de entender qué carajo es un testaferro. Después se fue a la mierda y me dejó aprendiendo a planchar y a poner el lavarropas automático comiendo de la olla. No me quedó nada, ni los autos, ni la guita, ni las casas, ni la merca, ni las putas, ni los contactos, me pusieron en el freezer por decir unas cuantas verdades delante de unos periodistas que no se dejaron matar y cagué fuego como un boludo, me dejaron solo y casi me meten en cana en el pabellón de católicos pedófilos del que tanto se habla últimamente por unas fotos tremendas que me hicieron llegar a través de un chasqui negro que nos volteamos a cambio de que nos lleve las cartas para que la SIDE no las pueda leer. Ahora estoy en un proyecto nuevo, ya que evidentemente los actuales dueños del poder no me llaman porque tienen miedo de meter otra vez un ministro como la gente y quedar en evidencia como lo ineptos que son en contraste conmigo. La cosa es que ahora estoy con una idea bastante jugada que no tiene mucho que ver con la política pero en la cual utilizo técnicas aprendidas en esos tiempos, se trata de una raspadita con mi cara, se iba a vender en los kioscos pero me sacaron recagando aceite, dicen que tengo que estar inscripto en Loterías y Casinos de la Provincia o que debo pagar el impuesto al juego ¿Pero desde cuándo seguimos las reglas?, la concha de sus madres, entonces sencillamente los mandé a cagar y los vendo yo por ahí, de paso camino y bajo la panza y hago amigos. El billete vale diez pesos, los hago yo en casa, reciclo papel, lo imprimo con la matriz de punto y con cera de velas hago la raspadita, se llama el Gustapado. Cada cien billetes doy un premio total de 800 pesos, ¡Tremendo! Doy más que el Quini, doy más que el Mono Bingo, sólo me quedo con el 20 %, o sea: 200 manguitos cada 100 que vendo. Vos raspás y si aparece mi cara sonriendo ganás diez pesos, así de corta, si aparece mi cara con un sonrisa de oreja a oreja te ganás cincuenta mangos ¡Que tul! y si aparece mi cara seria no te ganás un carajo, es pura suerte. Así que si me ven por ahí cómprenme un billete, no sean ratas, que ya volveré al poder y se las voy a hacer pagar. Recuerden “¡Raspa, raspa y gana… raspa, raspa y gana más, con el Gustapado, con el Gustapado, con el Gustapado, te podés salvar!”


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Son fanática del tio y el sobrino, me encantan de verdad... pero quiero saber ¿es humor político? ah cierto que el debate ya terminó :(

Jorge Mux dijo...

Qué revelación lo de Béliz. Es verdad, los gobiernos de ahora no tienen huevos para poner un ministro con tanto aguante.

Anónimo dijo...

Pelotas!!! Ustedes tienen pelotas!!!