lunes, 22 de mayo de 2006

El Código Da Vinci: Una película de mierda (4)

A usted le muestran un tridente y enseguida dice: “¡El diablo!”. No, señores: ampliamos la imagen y el tridente es en realidad el atributo del dios griego Poseidón. Le muestran una madre amamantando a su hijo y dice (usted tiene una propensión a asociar imágenes con la iconografía cristiana, y a vociferarlas cada vez que realiza una asociación): “¡La Virgen María y el Niño Jesús!”. No, no: si miramos bien, se trata de dos deidades egipcias. Así, una sucesión de imágenes viene a contarnos (por si no lo sabíamos) que casi toda la iconografía cristiana tiene antecedentes paganos. Tom Hanks hace de profesor de simbología y se le nota que no sabe mucho: lo único que puede decir sobre los símbolos es que “una imagen (es decir, un símbolo) vale más que mil palabras”… ¡Como si las palabras no fueran a su vez símbolos!

Superados los exabruptos y el juego de perspicacia visual, comienza la cacería. Hanks, después de esta extraña conferencia en la que sólo muestra imágenes, es requerido por la policía porque lo van a acusar de asesinato y se mete en una trama insoportable e inverosímil. Tiene que descubrir claves cada veinte segundos; todo el tiempo hacen referencia a textos que repiten una y otra vez para que el espectador se acuerde, y las claves se descubren por anagramas imposibles, o por conexiones ad hoc. Cuando se ve en apuros, se escapa con Sophie, la chica que lo ayuda y aprovechan el escape para contarle cosas al espectador: detalles del pasado, por qué cada cual es quién es, etc. Hay cinco o seis persecuciones en auto; respecto de estas uno puede sacar en limpio que los policías franceses son pésimos conductores.

No tiene buenas imágenes, ni buenas actuaciones, ni una trama interesante. No funciona como entretenimiento y sólo tiene un mérito: sembró la duda en muchos católicos timoratos.

Pero, ¿cuál es el papel de lo religioso en este mamotreto de dos horas y media?
A través de complicadas claves y de textos falsamente reveladores, se descubre que Jesús tuvo una pareja; que se casó con María Magdalena y que ambos tuvieron descendencia. En el cine, cuando uno de los personajes comunicaba estas revelaciones, la gente decía “ooooohhh”, como si los autores de la película se hubieran metido con algo muy sagrado. El Opus Dei está representado caricaturescamente por dos tipos fanáticos que de lejos ya dan miedo. Pero nada nuevo: muertes, azotes, poder. (Cuándo no, el tipo del Opus Dei es español; lo que recuerda muy bien al Torquemada de la época inquisitorial)

Ahora bien: si el Opus Dei, o la Iglesia en general se sienten agraviados por esta película, entonces quiere decir que son tan idiotas como los pinta la caricatura. Quizás lo que la iglesia teme, sabiendo el tipo de público que va a consumir este bodrio, es que los católicos (especie religiosa caracterizada por el poco conocimiento de su propio dogma) se lo crean. Y la verdad es que, para uno de esos católicos que se dicen católicos pero que abandonaron sus ritos después de la comunión, es probable (mínimamente) que esta película les haga poner en duda su precaria fe.

Yo no tuve formación religiosa. A mí me importa un carajo con quién se casó Jesús, si se casó o si tuvo hijos. Si es hijo de Dios, me alegro por él. Pero supongo que el Catecismo ha influido bastante en la mente de algunas personas, y que hay ciertos dogmas que, aunque no los practiquen, los tienen instaurados como si fueran un chip. Pero como muchos católicos rara vez siguen su dogma (son católicos sólo porque no comen carne en semana santa) a veces les da por coquetear con la herejía. Y esta película los hace sentir herejes sin culpa. Un (falso) católico, ante esta película, da rienda suelta a sus “¿Y si…?”. ¿Y si todo lo que sé sobre Jesús hubiera sido una patraña urdida por la profesora de Catecismo y sus secuaces? ¿Y si Adán no hubiera sido el primer hombre? ¿Y si María Magdalena no hubiera sido prostituta? Pero claro, es un juego, porque salimos del cine y seguimos siendo católicos. “Qué buena película; me hizo sentir hereje por un rato. ¡No voy a perder el cielo por fingir herejía un ratito!”

No hay mucho más. Si alguien vio “El quinto Elemento”, hay una parte importante de la trama que es común a ambas. Y el quinto elemento, no jodamos, es una muy mala película.
Como no podía ser de otra manera, el Código termina con una reflexión final de Tom Hanks que puede resumirse en estas sabias palabras new age: “cree en lo que sientas”.
Después de esas palabras hay otra revelación que se descifra a partir de un texto ya machacado varias veces.

Si a usted le gustan las películas en las que una cofradía religiosa y la policía francesa persiguen a unos tipos que descifran claves para obtener ciertas revelaciones y que cuando se las ven feas se escapan en auto, vaya al cine. Le esperan dos horas y media de pasión. Y, si es católico, tiene el plus de que se va a poder tapar la boca de vez en cuando y decir “oooohhh”.

45 comentarios:

Anónimo dijo...

si vos criticás a los falsos católicos, ¿es porque vos sos un católico verdadero? ¿O sos un simple ateo?

Anónimo dijo...

Juancito: cashate y prestá atención. Dejá de dar vergüenza ajena. Tenés que esperar unos años hasta entender la mitad de lo que dicen los post de este blog.

Anónimo dijo...

Yo nada más quiero saber si Banana es católico; no sé por qué te metés... Porque si es católico de verdad es una cosa, y si es ateo, es otra.

Anónimo dijo...

ta bien. perdoname. yo me meto porque acá está permitido meterse. la bandana ya dijo que ella no es católica.

Bandana dijo...

Corzo: no pofeso el catolicismo (ni el falso ni el auténtico); tampoco profeso otra religión (lo puse en el post: "no tuve formación religiosa"), pero eso no significa que, necesariamente, profese el ateísmo.

Imaginemos que las religiones son bancos en los cuales uno deposita su fe. Uno puede guardar la fe en su casa; puede hacer inversiones en otros lugares o puede quedarse con la fe en el bolsillo. También, como ocurre con los pobres, puede haber quien no tenga fe. En mi caso, no soy pobre, pero tengo mis reservas con respecto a depositar la fe en alguna religión.

Anónimo dijo...

Cuando no se discute tu posición política, se discute tu posición religiosa. No hace falta que lo hagas, pero me parece que tenés bastante miedo de tomar partido.

Anónimo dijo...

Andaluza: No todo el mundo está discutiedo eso, de todos modos si leés los posts originales con cuidado te vas a dar cuenta de cual es la posición tomada por Bandana en ambas discusiones.

Bandana dijo...

Andaluza: ¿podés explicitar eso de "tenés bastante miedo de tomar partido"?
¿No parece que estoy tomando bastante partido cuando digo: a) que no soy católico; b) que no soy un falso ideólogo de la izquierda?
¿Cuál es tu posición al respecto?

Mauro A Fernandez dijo...

las discusiones son todas políticas, no importa sobre que tema sean.
más aún si son sobre religión, que es unn asunto especialmente político por definición.
si esas discusiones son además públicas, como esta, son más claramente políticas.
como dicen los dead kennedys, la lluvia es política.

Mauro A Fernandez dijo...

que tal si los que andamos por aquí definimos en más o menos 10 líneas nuestra posición política y religiosa?
sería un lindo muestrario...
sería obsceno tambien? o apenas impúdico?

Anónimo dijo...

Soy católico y voté a lopez murfy

Mauro A Fernandez dijo...

10 líneas dije... con eso no alcanza

Anónimo dijo...

Me parece bien. Yo empiezo:
Yo entiendo que las religiones siguen siendo -como dijo Carlos- el opio de los pueblos. Por lo tanto soy antirreligioso, y en especial, anti newage y anticristiano militante.
Pienso que el cultivo social y político de toda forma de pensamiento mágico conspira contra la libertad de las personas, y que las peores ideologías son las que tienen componentes irracionales más arraigados.
Coincidentemente, soy materialista, anarquista light (un anarquista reformista), con algo socialista y situacionista.
Eso quiere decir que estoy a favor de la desconcentración de poder, contra las instituciones en general, contra la propiedad privada de lo medios de producción y a favor de fomas más profundas y directas de ejercicio democrático.
(me pasé un poco de las 10 líneas)

Anónimo dijo...

Me gusta cepillarme los dientes y soy alérgica al jabón. Como verduras en cada comida, y carne tres veces por semana.
Estoy a favor de las telenovelas a las tres de la tarde y de la puesta en práctica del yoga para situaciones estresantes. Trabajo en una oficina y me pagan masomenos. Tengo hermanos desparecidos. Amo al hijo de un militar.

Anónimo dijo...

Dios es una respuesta fácil.
La división política de países es una respuesta fácil.
El Estado es una respuesta fácil.

Ninguna de las tres respuestas, si las afirmamos conscientemente, nos permite pensar.

Si esta película puede despertar preguntas en los que hasta ahora se han conformado con respuestas fáciles, me parece muy bien. En general yo recibo dos comentarios con respecto a "El Código Da Vinci": Cuando digo "me han dicho que es muy mala" me dicen: "¡¡No, no, no!!". Cuando pregunto: "¿Qué te pareció?" me dicen "Es la película más horrible que vi en mi vida".

Hasta me dan ganas de ir a ver la película para cerciorarme de eso.

Aclaro que no tengo formación cristiana; si Jesús tuvo descendencia o no, es un conflicto al que escupo en la cara por pelotudo. Soy ateo casi a ultranza, pero ser ateo también incluye una creencia. En realidad no tenemos pruebas de nada.

Me pregunto qué hubiera sido de la película "El código Da Vinci" si todos fuésemos ateos. O si, ante la pregunta "¿Crees en Dios?" respondiéramos "¿Quién es Dios?" (esto no es ateísmo).

Esto lo digo en reiteradas ocasiones: No puedo creer que las personas tengamos convicciones y me parece muy gracioso que las tengan. Se ve que, o no tienen tiempo para preguntarse nada, o no les da la cabeza. Lo malo de pensar esto es que a uno no le gusta encontrar convicciones en uno mismo. Confieso que me pasa algunas veces.

A veces creo que el problema de la humanidad está en que nos importa demasiado lo que hace la otra persona.

Mauro A Fernandez dijo...

luciano:
la película es malísima, y sus respuestas son todavía más fáciles que las respuestas fáciles que la gente supersticiosa cristiana ya tenía.
¿qué valor cultural tiene que la gente cambie una estupidez tradicional por una estupidez menos tradicional (aunque nada novedosa)?
en materia de cine, arte o cualquier objeto de comunicación pública, insisto en que no pueden decirse cosas inteligentes en formas bobas. la forma boba es contenido bobo.
en materia de religión, que es la más desgraciada política humana, propongo ser recalcitrante y para nada reformista: la iglesia católica (por ejemplo) no puede ser arreglada. debe ser destruída en beneficio de los hombres. no hay iglesia buena ni mejorada posible: está bien que el papa anterior fuera un luchador contra el socialismo, y que el actual haya sido nazi. está bien que la madre teresa haya sido canonizada por su lucha contra el aborto y sus consecuencias: la muerte de mujeres pobres y el nacimiento de niños indeseados que serán desnutridos, descerebrados y habitantes de una sociedad pasiva.
todo lo que contraríe estos rasgos de auntenticidad sirve para engañar giles.
detalles 1: no es lo mismo una conviccion de bases reflexivas que una convicción de bases mágicas...
detalles 2: que nos importen las otras personas es condicion humana, y no tiene en si mismo nada de malo. es más... etc

Anónimo dijo...

Estimado Mauro: leyendo tu último comentario con atención, se me aclaran algunas cosas.
Quizás fui demasiado apresurado de mi parte el pensar que las preguntas generadas por la religión puedan servir de algo. Y de hecho, si lo pienso bien, no creo que pueda generar preguntas, porque da, en cambio, respuestas, y para colmo, fáciles. Y eso, como bien decís, no aporta nada nuevo, no tiene ningún valor cultural.
Por otro lado, veo que el detalle 1 que mencionás es algo que evidentemente pasé por alto, sin intención. De todas maneras, me parece que una convicción, sea cual sea su base, es peligrosa. Está claro que no podemos tener todo el tiempo una actitud crítica hacia un pensamiento o una manera de ser. Pero la peligrosidad de las convicciones consiste en presentarse de manera tal a alguien, que ese alguien no admita una postura diferente. Sucede, según lo que veo a diario, con las personas religiosas. Espero no estar equivocado en este aspecto.
Sobre el detalle 2, sí, es condición humana que nos importe el otro. En sí mismo, estoy de acuerdo, no tiene nada de malo. Pero preferiría subrayar el "en sí mismo".

En cuanto a tus demás opiniones, sobre el cine y sobre la religión, estoy de acuerdo, y no creo que pueda decir nada más al respecto.
Una cosa más: me siento satisfecho al haber generado una respuesta por parte tuya. Me considero un apasionado del debate, y en la medida que puedo, trato de cambiar de opinión si me parece que un pensamiento es equivocado. Así que gracias por tomarte la molestia de haberme respondido.
Al final ese Dan Brown es un chanta, qué más da. Supongo que si él leyera esto se debe estar cagando de risa mientras nada en los millones que les sacó a los cristianos "pecadorcillos". ¿No?

Bandana dijo...

¿Dan Brown es un chanta? ¿Da esa impresión?

Anónimo dijo...

Y, sí. Me parece que Dan Brown es un chanta. Ni siquiera el argumento de su libro es algo original desde el punto de vista literario. Al menos no tengo otro argumento para decir "no, Dan Brown es un capo".

Mauro A Fernandez dijo...

UN TALENTO MARRÓN
(sobre el éxito del codigo da vinci o cualquier otro bestseller)

yo diria primero (otra vez, discúlpenme, es que solo tengo 3 ideas) que no interesa dan brown sino su libro. capás que dan brown es un chanta, o un genio dedicado a hacer un dinero... ¿qué importa?
si queremos pensar, interesa la obra, su circunstancia y productividad social, y no el chisme biográfico que es para viejas o putos.
entonces: el libro ese es un rejunte de cositas viejas que ya usaron muchos y mejor que él (borges, eco, dalmiro saenz (!), scorsesse,etc, etc),y no está bien escrito. si te interesa la literatura, cagaste: el estilo es una mezcla de periodismo mediocre con publicidad mediocre.
y puede resultar entretenido, sobre todo para quienes no conocían esos chistes y se sorprenden un poco, que son casi todos; y para los que no tienen un ejercicio en literatura más compleja, que también son muchísimos.
pero hay un talento en dan brown o en quien asesore a cualquier fabricante de mala literatura bien vendida y muy comprada.
esto es una especie de olfato de ciertas tendencias culturales que permite producir objetos vendibles y populares... un olfato... publicitario.
porque no todo lo que se publicita mucho se vende. la campaña más cara y nutrida para las elecciones argentinas del 73 fue la de la Nueva Fuerza (UCD, alsogaray y cia), pero la Nueva Fuerza sacó menos votos que la cantidad de afiliados que tenía.
Si una mierda o una joya tiene exito, es porque se encontró una necesidad y una manera de venderla. sin velas, diría noelle-newman,el viento pasa de largo y no lleva el barco a ningún lado.
las preguntas son:
¿ qué dice "el código davinci" que lo hace hoy tan amable a tanta gente?
(del otro lado, masomenos lo mismo) ¿qué componentes ideológicos hay en la cultura actual para que se reciba tan bien al codigo da vinci?
(resumiendo) ¿cuál es la simpatía entre la cultura actual y "el código da vinci"?
tengo mis precarias respuestas que dejo, como es mi costumbre, para más tarde.

LUCIANO Y LAS CONVICCIONES
como dijo el sabio Aldoux Rich "la duda es la jactancia de los intelectuales" y tenía razón.
pero para dudar, hay que tener con qué.
hay que tener, incluso, prejuicios. Sin prejuicios -ha dicho un conocido y mentado autor- no hay pensamiento.
Lo que llamo aquí prejuicio es lo que entiendo que luciano llama "convicción". sin eso - ideas masomenos fuertes y masomenos propias o apropiadas sobre cualquier cosa- ¿cómo establecer dudas?.
Las dudas siempre son contra algo. preguntarse supone deseo, hay algo que provoca tu pregunta. eso es algún tipo de idea propia, convicción, prejuicio. si no sabés cúales son tus ideas, a joderse. pero mejor saberlas y hacerse cargo.
no me vengan con el puro método, que eso no mueve el deseo de nadie.
sabemos que son precarios nuestros juicios, nos disponemos a someterlos a dudas propias y ajenas... pero si no lo tenemos no podemos ni hablar.

Anónimo dijo...

Perdónenme si me hago demasiado el posmoderno, pero ya que me lo preguntan, creo que mi única convicción es no estar demasiado convencido de nada. Demasiado daño hacen los que no dudan nunca.

No leí a Nietzsche; pero me identifico totalmente con esa frase suya: "Amo al que cuando la suerte de los dados lo favorece, se pregunta ¿seré un jugador tramposo?, porque quiere perderse".

No creo en Dios: soy Dios. Él no existe y yo tampoco; por suerte.

En política soy liberal y soy socialista. A veces coqueteo con el anarquismo, pero en el fondo soy muy conservador. Tomo partido por los que no toman partido, porque soy fanático extremista de la doctrina de que la verdad está en el medio. El mundo no es todo blanco y negro.

De un señor Krishnamurti creo que aprendí que declararse comunista, cristiano, liberal, budista, hindú, es querer reducir a categorías prefabricadas la siempre cambiante realidad y caer en la trampa de la memoria (que no nos deja reconocer lo radicalmente novedoso e irrepetible de lo que es, que exige un pensamiento ingenuo y puro cada vez); no eran sus palabras, seguro; las cito como me salen deformadas por mi recuerdo. Es paradójico que este señor que hablaba en contra de todas las escuelas de pensamiento, no haya podido evitar que a su muerte surgiera una escuela krishnamurtiana, pero ya se sabe que los discípulos siempre traicionan a sus maestros.

Me aburrí de los fachos de derecha y los fachos de izquierda que se llenan la boca de palabras: ¡Revolución! ¡Pueblo! ¡Eficiencia! ¡Libre mercado! ¡Socialismo! ¡Justicia! ¡Utopía! ¡Con nosotros o contra nosotros! ¡Seguridad! ¡Kitsch, señores, kitsch! ¡Mierda, pura mierda! (Gracias, MK.)

Un maestro violinista me explicó una vez que la partitura no es la música, que el mapa no es el territorio. (Ya lo dijeron los romanos, labradores sabios que dominaron el mundo: Res, non verba! [Hechos, no palabras.] Pero, ¿acaso el universo no nació por una única palabra? ¿Entonces las palabras también son hechos?)

Todo esto que acabo de escribir está equivocado. Pero si no lo hubiera escrito no lo sabría.

No sé, ¿fui claro?

Mauro A Fernandez dijo...

señor "el usuario anónimo": entiendo que no estás completamente equivocado, aunque sí estás básicamente equivocado.
por ejemplo:
1. una cosa es que la realidad no sea "blanco o negro" (lo que es una obviedad) y otra cosa muy distinta es que la verdad esté en el medio. sea el medio lo que sea para vos, esto es una pelotudez.
2. partido toman todos, salvo los animalitos y las plantas, y a veces hasta ellos parece que lo hacen. se toma partido con hechos y con palabras. algunos no lo saben (son ignorantes) o se hacen los boludos (son deshonestos). lo tuyo parece una mezcla de las dos cosas(que cites a Krisnamurti como pensador demuestra por lo menos ignorancia).
3. si decís que tomás partido por los que no toman partido, lo que estás diciendo es "hay cosas fundamentales que debería saber para hablar de esto, y no las sé".

hay una cosa que parece cierta del conjunto de tu discurso: que sos conservador. seguro que si te explayás un poco en qué entendés por liberal y qué entendes por socialista, se notará más todavía lo conservador.

Anónimo dijo...

Hum... este post pudo generar debates muy interesantes. Estoy de acuerdo con el Sr. Mauro cuando dice que "partido tomamos todos".

Voy a contar una experiencia reciente: hasta hace poco tenía un blog llamado "El pasquín del nihilista" en donde, demostrando mi inmadurez propia de un joven de casi 19 años (mi edad actual), profesaba mi supuesto nihilismo a los cuatro vientos.

Está claro que proclamarse a sí mismo "nihilista" es una contradicción. En realidad, creo (quizá Mauro pueda refutarme esto) que el "nihilismo" entendido como tal, no existe, no podemos renunciar a todas las valoraciones. Lo que sí, supongo, es tomar una postura que proclame la indiferencia a esas valoraciones, lo cual resulta una actitud bastante deshonesta, I presume.

No hablo de política porque, me confieso, no es un dominio en el cual esté bien informado (aunque una vez que me libere de mi supuesta alienación tengo pensado hacer algo al respecto). Pero sí puedo, en mi condición de estudiante de filosofía, decir algo sobre ciertas posturas que pretenden "salirse" de todo lo conocido, cuando en realidad se está entrando en la misma vorágine de conceptos clasificatorios. "Soy nihilista". Creo que deberíamos dejarnos de joder y tomar otra iniciativa con respecto a las cosas. Al menos, verlas desde otro lado. O por lo menos, tener voluntad de informarse (y hacerlo).

Es sólo una opinión. Me pregunto si Mauro podría darme una respuesta interesante en esto.

Mauro A Fernandez dijo...

nada: ni idea, ni objeto, ni texto, ni "postura" (el 69 es una postura?) puede salirse de todo lo conocido.
nada que se piense y se diga puede quedar afuera de "la vorágine clasificatoria". es lo que hay.

por otra parte: si hablás en público (como se hace en un blog) estás haciendo política, aunque hables de cosas tan aparentemente ajenas a la política como el programa de mariano grondona o de lo feo que es un wok con teflón.

Anónimo dijo...

Sí, es cierto, me di cuenta de eso después de que terminé de escribir el comentario, en plena calle Alsina mientras me dirigía a mi clase de alemán.

Bandana dijo...

Mmmhhhh... Alsina, Alemán, filosofía... Combinaciones peligrosas... ¿Luciano no será un nihilista embriagado?

Anónimo dijo...

Bandana, ponete las pilas, jajaja.

Mauro A Fernandez dijo...

hoy estoy para retomar preguntas.
la mía era, en función del éxito del feo libro y espantosa peli:
¿cuál es la simpatía entre la cultura actual y "el código da vinci"?

Anónimo dijo...

¿Qué? ¿no están metidos los medios de comunicación en las tendencias a consumir determinados productos? ¿No pasa por ahí la cosa?

Por otro lado, "la cultura actual" es un término demasiado complejo y abarcativo. Pero podríamos decir que hay una serie de características que están implícitas en "la cultura actual". A mi entender, dos de ellas que podrían servir para esta explicación son: el arraigamiento al cristianismo, implícito o explícito. Es notable el modo con que el cristianismo está tan profundamente dentro de nuestras conductas. Creo que ese es un punto. El otro punto es la supuesta vertiginosidad con que se maneja la sociedad.

En esos dos sentidos (podrían decirse otros o refutarse éstos), el Código Da Vinci satisface las demandas literarias del hombre promedio, o del llamado también "frívolo intelectual". Por un lado, juega con la boludez de la descendencia de Jesús para hacer confirmar a los cristianos pseudo-herejes (si se me permite llamarlos así) sus sospechas de que Jesús no era divino como la iglesia "cree" o "intenta hacernos creer". Y por otro lado, es un libro que se lee bastante rápido, incluso para gente cuyos hábitos de lectura son malos. Con lo cual el tipo que labura 10 horas en una oficina y vuelve hecho pelota a la casa, dice "bueno, me voy a poner a leer el código da vinci, que me dijeron que está muy bueno".

Me parece obvio también que la presencia de los medios de comunicación impone modas y gustos en la sociedad. Y si a mí las estadísticas que salen en los diarios y las revistas me dicen que el libro más leído en Estados Unidos o en Europa o en donde sea, menos acá, es "El código Da Vinci" (que para el momento de la nota está en todas las librerías del país). ¿Entonces qué hago? Voy y me compro el Código Da Vinci así leo algo cuando vuelvo del trabajo.

¿Es esta una respuesta legítima al planteo?

Mauro A Fernandez dijo...

un apunte para luciano
(después retomo el tema de el código da vinci)
en este y otros comentarios, lo que decís sobre medios de comunicación, publicidad, opinión pública, y demás materias relacionadas remite a teorias de los 60.
se trata de ideas viejas y en ganeral no verificables en la actualidad.
son aquellas que consideran al televisor como "caja boba" y al público como un contenedor inerte sin posibilidades de respuesta ni elaboración de mensajes.
quienes moralizan sobre la comunicación masiva de manera más trivial (sartori, galeano o cualquiera de estos tipos que viven de arrastrar sus propios cadáveres intelectuales) repiten ante cada novedad tecnológica (antes la tele, hoy intenet) la boludez jipi de que "eso" es antinatural, alienante, inhumano y manipulador.
la vulgarización de aquellos planteos sesentistas (ya por entonces bastante dudosos) hoy es aceptada y difundida por maestras jardineras, artesanos y admiradores de sábato, verificándese así la muerte de su potencia reflexiva.
cuando se habla de comunicación masiva,la facilidad iconoclasta, amiga del romanticismo, los demonios y las simplificaciones, es todavía útil a la demagogia.

Anónimo dijo...

Mauro:
Ya veo. Bien. Voy a tener muy en cuenta lo que me decís. Pero me gustaría saber qué es lo que pensás vos al respecto del tema.

Se ve que ando medio desactualizado, o estuve mucho tiempo entre gente de letras, donde precisamente este tipo de discursos como el que elaboré anoche, circula bastante. En tal caso, ¿podrías recomendarme algunas lecturas sobre teorías más actuales? Siento deseos de informarme sobre estos temas (sé que esta petición no tiene nada que ver con el tema del blog que te has esforzado en remarcar, pero me sería muy útil). Si lo hacés, te agradecería. Por otro lado, siento curiosidad por saber cuál es tu opinión en esto. Creo que de un tipo como vos puedo aprender mucho. Uno se percata, muchas veces, de tener cierta base de conocimientos, y a medida que se va aprendiendo se está cada vez menos seguro de lo que piensa uno. Creo que este blog es útil en ese sentido porque critica el discurso fácil, tan abundante en blogs y fotologs de todo tipo.

Anónimo dijo...

Muy interesante la discusión sobre el Código Da Vinci y la cultura actual, a la cual no voy a aportar nada, porque hay cosas fundamentales que debería saber para hablar de esto, y no las sé.

Además, el Código Da Vinci no me interesa, la cultura actual me es un poco ajena y lo que diga la Iglesia no me va y (atención a esto por favor) tampoco me viene.

¿Cuándo he dicho yo que Krishnamurti fuera un pensador? Si lo dije, no lo recuerdo, tal vez estuviera pensando en voz alta.

Creo que entre mi postura de que la verdad está en el medio y la otra postura de que no está en el medio (con lo cual nos queda el enojoso problema de determinar en cuál de los lados está), es muy difícil decidir con la información de que disponemos; así que para evitar inútiles discusiones, concedámonos mutuamente parte de la sinrazón, y admitamos que en este asunto la verdad... debe de estar en el medio.

Pero por favor, sigan sin mí, hagan de cuenta como si no hubiera dicho nada.

Anónimo dijo...

Tenés razón Mauro, la peor incoherencia no es decir una cosa y la otra, la peor incoherencia es no animarse a terminar de decir algo.

Mauro A Fernandez dijo...

como dijo el filósofo preferido por la oligarquía nacional: ¡argentinos a las cosas!

la cosa es qué hay en la cultura actual qué hace que "el código da vinci" (película y libro) tengan éxito, qué ideologías predominantes y extendidas encuentra y refleja el texto para venderse mejor, etc.

se me ocurren dos cosas:
1. una narratividad concordante con un estilo de época vigente, que yo llamaría -para dar una pista genérica- "policial limado"
2. la prolífica sopa ñiueiy, en su vertiente de religiosidad disuelta ("disoluta" diría si trabajara para una corporación cristiana)

despejado que ha sido mi interés en el asunto, me voy a tomar un guisqui mientras espero sin demasiada atención a ver si estos enunciados producen reacciones escritas, y despues sigo.

Anónimo dijo...

El éxito del libro fue a nivel mundial (no solo es un mal vernáculo lo cual sería fácil de criticar)a mí me chupó un huevo desde un primer momento, pero tuve que presenciar situaciones límites dónde un hombre de bien no tenía bien en claro si la obra era genial o desastroza (o ambas cosas dijo otro que lo habían dejado por decir en público "yo me ocupo, no me preocupo"). Yo hasta antes de la peli era ateo, pero ahora me tira un poco la cosa religiosa. Y eso que no la vi, ni me quisieron prestar este simpático librito "porque te vas a burlar" adujeron.

Bandana dijo...

Uno: hojée al azar (por una edición pirata en internet) páginas intermedias del libro y me pareció muy interesante: aceptablemente bien escrito y dinámico.

Dos: la película es aburrida, aburrida, aburrida. No da siquiera para enojarse con ella; pobrecita.

Para aquellos cristianos que se enardecieron cuando vieron que, en el film y en el libro, un español del opus dei era "el malo", me gustaría saber si también se enojan tanto cuando, en las películas yanquis, los vendedores de armas o de cocaína son personas que hablan español. El corolario político, común a ambas películas es: los latinos son todos malos (y, sino fíjense en la Inquisición cristiana y en la Mafia italiana)
El mayor pecado de la película es, según mi criterio, ese, el juicio político a la no tan minoría latina. Hacen mal los cristianos en enojarse porque le pegan duro a la Iglesia: no sólo es a la Iglesia, sino a toda nuestra cultura como si fuera parte de un Eje del Mal. En realidad, la Iglesia debería haber salido a defender una postura más universalista y a partir de ciertos presupuestos de política cultural y no, como en un patético panfleto que vi hace poco, aprovechar para reafirmar su posición con frases como: "la Inquisición Católica jamás hizo una cacería de brujas: fueron mas bien los luteranos y los calvinistas" . El panfleto, además, llegaba a decir que la iglesia no es para nada machista y que los judíos y mahometanos son contradictorios porque no aceptan ciertas verdades evidentes de la biblia. Además, no puede dudarse de que los documentos que hablan sobre el carácter divino de Jesús hasta ahora encontrados son los únicos y los auténticos, porque... porque... porque... esteee... ¡Porque el mismo Espíritu Santo lo afirma así en la Biblia!. Con ese argumento, cualquier ulterior documento que se encuentre es necesariamente falso, porque el mismo Espíritu Santo no habla de él. Hablar de ese panfleto ameritaría otro post.

Bandana dijo...

Lamentablemente, al menos una parte de la Iglesia Católica reafirma lo que se le critica en la película: que es una entidad fundamentalista y que va a reaccionar corporativamente ante cualquier ataque.
Es como si, ante la crítica de que no somos democráticos, suprimimos al que nos criticó.

Anónimo dijo...

Creo que el éxito del libro se monta sobre una ola que inició (o creo que inició) Umberto Eco con el Nombre de la rosa y prolongó magistralmente con El péndulo de Foucault: una variante del género policial con telón de fondo histórico y mucha data ídem, más un intento de colar un poco de filosofía. La cuestión es que Eco lo hace muy bien, porque sabe un par de cosas; de Dan Brown no puedo decir cómo lo hace porque no lo leí, y sinceramente, no creo que lo lea nunca; Ars longa, vita brevis, creo que tengo otros libros en lista de espera muy por delante de éste. Uno que me parece que hace algo parecido y bien, es Guillermo Martínez en Crímenes imperceptibles.

Pero (esto no recuerdo dónde lo leí) no hay que subestimar otra razón para el éxito de este tipo de literatura: juega con la visión paranoico-conspirativa que (con razón o sin ella) viene pisando cada vez más fuerte en el "imaginario colectivo" (¡sí, escribí este post sólo para poder usar esa frase!). Pensemos en Matrix, olvidando por un momento la primera interpretación budista/gnóstica que uno puede hacer de la película (realidad versus ilusión, bla, bla, bla), y leámosla en clave política (una humanidad esclava alimentada con una falsa realidad para mantener andando el "sistema", ¿no?) Si a mí me quedaba alguna duda de que los hermanos Wachowski tenían una intencionalidad política en Matrix, dos cosas la despejaron: una, la excelente película Animatrix (producida por los W.), una serie de cortos de animación de los que uno en particular ofrece una lectura explícitamente política (y con una vuelta de tuerca brillante respecto de la metáfora original de Matrix). La otra razón que despejó mi duda respecto de la intencionalidad política de los Wachoswki: el último bodrio que presentaron (porque otro nombre no merece), con buenos actores y todo, pero bodrio al fin, "V de venganza", con su actor fetiche, Hugo Weaving, que cumple con dignidad el trabajo de encarnar a su personaje con una severa limitación de sus recursos actorales autoimpuesta por el guión.

Bandana dijo...

Me parece fantástico que en el guión se le diga a un actor: "usted debe encarnar un personaje con limitación de recursos actorales". Entonces el actor tiene que improvisar ademanes ridículos, gestos de sopresa incongruentes y debe repetir una frase hecha todo el tiempo como "santo cielos" o "por dios". Un actor que interpretara tan bien a un mal personaje, ¿sería un buen actor?

Mauro A Fernandez dijo...

los actores son ganado. espero no tener que repetirlo.

Mauro A Fernandez dijo...

reviso los últimos posts, de abajo para arriba:

1. ve de venganza
vi la de la venganza... un chiste mal hecho sobre interpretaciones pueriles del anarquismo.
igual me gustó ver volar el parlamento inglès, aunque podrían haber explotado mejor la escena (ja!).
como sea, se trata de un comic romántico bobo para adolescentes nerds europeos, de esos que se sienten rebeldes porque se visten de negro y se pintan los ojitos con cuidado.

2.la iglesia de todos los bandanas
bandana, tu estás equivocada porque le pides a la iglesia que sea lo que no es, y cito: "la Iglesia debería haber salido a defender una postura más universalista...".
la iglesia es mejor cuando le sale su verdad fascista. la iglesia no puede ser mejorada, porque el cristianiso más "puro" posible es, en si mismo, una verdadera mierda.
cuando la iglesia parece progre es peor porque los giles se confunden.
luego: no veo la especial saña antilatina que ud ve en la peli, ni de lejos.
es razonable que el del opus dei sea español, porque el opus es español. lo fundó en los 40 escribá de balaguer, un cura amigo de primo de rivera. este escribá fue canonizado(!) por otro fascista llamado wojtila. la función explicita de esta secta es acumular poder político y capital para la iglesia católica. despues de españa, la segunda plaza del opus es méxico. en la argentina no le ha ido tan mal, en el gobierno de menem pusieron 2 ministros: beliz y gonzáles. ahora creo que tienen un intendente en bahía blanca.
así como es razonable que los inquisidores de las películas de època sean españoles o latinos, porque fue en esos países donde se desarrolló la inquisición... aunque en el nombre de la rosa eco puso a un torturador inglés culto y arrepentido, previendo las críticas de bandana.

Bandana dijo...
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Bandana dijo...
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Anónimo dijo...

Como se puede saber que es un catolico verdadero sin tener formacion religiosa?
por que se suprimen comentarios en el blog?
cual es la idea de este post? criticar una pelicula, prejuzgar a posibles espectadores o putear porque el/la (es lo que menos quedo claro) que escribe se ha perdido 2,30 hs en una butaca?

Karmelo Restelli dijo...

Herme: Los comentarios son suprimidos por sus propios autores, generalemente por repeticiones automáticas de entradas o porque al reelerlo encuentran errores de algún tipo que desean corregir.
En cuánto a tus otras consultas espero que te las puedan responder los involucrados. Un abrazo.