miércoles, 27 de enero de 2010

Buenas noches, hijo

- Papá, no puedo dormir. ¿Me podés contar una historia?
- Sí, hijo mío. Puedo contarte una vez más la historia de una mujer muy mala, esposa de un ex presidente, que llegó al poder y se volvió loca.
- Me acuerdo de esa historia, pero algunas cosas no me habían quedado claras.
- ¿Qué cosas?
- ¿Por qué esa mujer era muy mala?
- Bueno, en primer lugar, cuando llegó al poder quiso imponer una ley para retener las ganancias de los trabajadores del campo.
- Eso parece algo malo, ¿verdad?
- Por supuesto. Si un pobre campesino tenía una buena cosecha de soja, y el precio de la soja se disparaba a las nubes, esta señora quería quedarse con el treinta y cinco por ciento de las ganancias.
- Pero no entiendo algo, papá. ¿Qué pasaba si la cosecha de soja era mala, o si el precio de la soja bajaba, o si había sequía y la cosecha se perdía?
- Bueno, en ese caso la retención no se aplicaba.
- Entonces la retención sólo era aplicable si había ganancias extraordinarias.
- Exacto.
- ¿Y qué pasaba si había sequía?
- Bueno, de hecho hubo una terrible sequía durante el año 2009. En esa ocasión, los pobres campesinos que vieron su cosecha perdida, reclamaban que el gobierno nacional les otorgue subsidios para sobrevivir.
- Pero no entiendo. Si tenían ganancias extraordinarias, no querían que el gobierno les retuviera una parte. Pero cuando tenían pérdidas, querían que el gobierno les ayude.
- Esteemmm… Sí, pero lo importante es que la medida perjudicó a muchos campesinos, porque no pudieron volver a sembrar
- Sigo sin entender. ¿El gobierno no repartió diez mil millones de pesos en subsidios para los campesinos afectados por la sequía?
- Emmm… Sí, pero eso fue una medida populista, destinada a paliar la necesidad del momento. Además, lo hizo para ganar votos, no por una auténtica conciencia de las necesidades del campo.
- Y la sequía, ¿no fue provocada en parte por los desmontes que generan los grandes pooles agrarios con sus masivas plantaciones de soja?
- Bueno, claro, sí, pero el gobierno tiene tomar las riendas en el asunto.
- Pero no me queda claro, entonces, por qué se oponían a las retenciones de la soja. Si los grandes pooles agrarios (la mayoría extranjeros) destruyen los montes para sembrar soja y tener ganancias extraordinarias, ¿no sería justo que dejaran una buena parte de esas ganancias extraordinarias?
- Estemmm… Sí, hijo, pero lo importante es mantener la macroeconomía, y no se pueden sancionar medidas que atenten contra los intereses macro. ¿Entendés cómo funciona esto?
- Creo que sí. Pero no me queda claro por qué es mala esta señora.
- Bueno, si lo del campo no te convenció, te puedo dar otra razón: la presidenta derogó el sistema de AFJP privadas, en el cual cada trabajador elegía democráticamente qué prestataria iba a cuidar sus ahorros y lo sustituyó de forma autoritaria por un sistema único de reparto, a cargo del estado.
- Eso sí parece muy malo, ¿verdad?
- ¡Claro que sí!
- Pero, ¿qué hacían las AFJP con el dinero de las jubilaciones?
- Bueno, una pequeña parte la invertían en bolsas extranjeras, y una gran parte la utilizaban para pagar gastos internos de la propia AFJP. Entre esos gastos estaban las importantes comisiones que cobraban los directorios privados.
- ¿Y qué pasaba si la inversión en las bolsas extranjeras salía mal?
- Automáticamente los jubilados por esa AFJP pasaban a cobrar menos dinero.
- ¡Qué terrible!
- No creas. De todas maneras, tenían la ventaja de que, si la inversión salía bien y la AFJP ganaba cientos de miles de millones, la jubilación de sus afiliados se vería aumentada en un dos o tres por ciento.
- Eso me parece poco. ¿Qué hacen con los cientos de miles de millones, entonces?
- Bueno, eso lo decide el directorio privado. No nos olvidemos de que las AFJP son un negocio, y todo lo que quieren es hacer dinero. Pero, acaso, ¿está mal que quieran hacer dinero?
- No… Supongo. Pero, en contrapartida, ¿qué tiene de malo que ahora el Estado se haga cargo del sistema de reparto?
- Bueno, el grave inconveniente es que la presidenta puede usar de esos fondos como si fueran su propia caja.
- ¡Qué terrible! ¿Y qué pasó con los jubilados?
- Esteemm… Bueno, ahora están cobrando mejor que antes, pero eso es por una movida puramente demagógica.
- No entiendo una cosa. Dada la crisis internacional, y dado que las AFJP hacían inversiones internacionales, ¿no se corría el riesgo de que las AFJP cayeran en bancarrota?
- Bueno, sí, podría haber ocurrido…
- Incluso escuché por ahí que, si todavía estuviéramos en el sistema de AFJP, las jubilaciones quizás habrían disminuido un 35 %.
- ¡Esas son habladurías, hijo! No sabemos lo que habría pasado, porque las AFJP no tuvieron la oportunidad.
- Sin embargo, papá, no veo nada malo en el sistema de reparto estatal.
- Ya te dije, hijo, el problema es que la presidenta lo puede usar como caja para sus propios negocios.
- Pero sigo sin entender por qué es tan malo. Si la presidenta hace eso, sólo es cuestión de elegir un gobernante que no saque dinero de ahí en las próximas elecciones. Incluso existen mecanismos de control dentro de la ANSES que impiden una cosa así, ¿verdad?
- En teoría, hijo, sólo en teoría.
- ¿Y qué pasaba si el directorio de una AFJP se quedaba con el dinero de las jubilaciones?
- No pasaba nada, hijo, porque eran una empresa privada que lucraban con nuestro ahorro. No podés comparar.
- No, claro… Supongo. Entonces, si la presidenta utiliza el dinero de las jubilaciones para crear una asignación para hijos cuyos padres son desocupados es muy malo, pero si los directorios privados las utilizan para hacer inversiones en el extranjero, eso sí es bueno.
- Exacto. Además, ahora tenés un ejemplo claro de cómo la presidenta echó mano de esos fondos de la ANSES: creó el fondo para asignación universal por hijo, a partir de ese dinero.
- Sí, papá, escuché eso. Pero tengo entendido que la cifra de dinero que se dispuso era incluso muy inferior a la comisión que cobraban los directorios de las AFJP. Por lo tanto, el dinero asignado no influía en lo que cobraban los jubilados.
- Estemmm… Sí, pero fue quitarle el dinero de su jubilación a los pobres trabajadores para dárselo a los pobres que no tienen trabajo. ¿Entendés?
- ¿Y qué hubiera estado bien en ese caso?
- Bueno, debería haber buscado fondos por otra parte.
- ¿En qué otra parte, papá?
- Bueno, una opción es hacer un recorte a los empleados del estado.
- ¿Como hizo López Murphy en el año 2001?
- Exacto.
- Pero no entiendo. Si se hubiera aprobado la ley de retenciones móviles, entonces podría haber habido fondos para pagar la asignación universal por hijo, sin necesidad de hacer recortes.
- Sé por dónde va tu razonamiento, hijo, pero recordá que la ley de retenciones móviles perjudicaba a los pooles agrarios.
- Entonces, ¿de dónde deberían haber salido los fondos?
- Bueno, las reservas del banco central podrían haberse utilizado para ese fin.
- ¿Y quién decide lo que se hace con el dinero del banco central, papá?
- En última instancia lo decide la presidenta, porque puede disponer de ese dinero mediante decretos de necesidad y urgencia.
- ¿No fue mediante un decreto de ese tipo que el titular del banco central se negó a dar ese dinero al gobierno?
- Sí, por supuesto, pero eso fue porque se iba a usar ese dinero para crear el Fondo del Bicentenario para pagar vencimientos de deuda, no para paliar las necesidades de los más pobres.
- Pero ¿puede el funcionario de un banco central desconocer un decreto de necesidad y urgencia emanado del poder ejecutivo?
- Bueno, no puede, pero hasta los funcionarios pierden la paciencia.
- Si se desconoce un decreto, ¿no se debería renunciar?
- No es tan sencillo, hijo. No es tan sencillo. El titular del Banco Central es una persona honesta que desea seguir trabajando. ¿por qué va a renunciar?
- Es que me hace acordar a Cobos, el vicepresidente que no apoyó al gobierno con la ley de retenciones móviles y ahora convoca a la oposición para generar un proyecto a espaldas del poder ejecutivo. ¿No debería renunciar, y entonces sí, tramar lo que quiera?
- No podés comparar. El señor Julio Cobos es una persona honrada que puso fin a la locura de las retenciones de la presidenta. Además, es un buen candidato a presidente.
- ¿Por qué sería un buen presidente Cobos, papá?
- Bueno, en primer lugar porque votó “no positivo” a la ley 125 de retenciones móviles.
- ¿Y eso es suficiente para convertirse en presidente?
- No, por supuesto, hijo. Los medios se encargaron de mostrar su costado positivo, en el que quedó evidenciado que es una buena persona.
- Pero, ¿cuáles son sus proyectos, papá? Porque me imagino que un presidente debería tener proyectos, ¿verdad?
- Bueno, todavía no lo sabemos, pero sería un buen presidente.
- ¿Cómo un mal vicepresidente podría ser un buen presidente?
- No digas eso, es una persona confiable.
- Si es confiable, ¿por qué traicionó al Frente para la Victoria, al Radicalismo y al Pro?
- No los traicionó, sólo estaba usando estrategia política. Además, sabemos que es un hombre limpio y sin tachaduras.
- Pero no entiendo, ¿no formó parte de la campaña de Cristina Kirchner para presidenta?
- Sí, por supuesto, tontito. El se postuló como vicepresidente en esa campaña.
- ¿Y no está sospechada Cristina Kirchner de haber utilizado fondos provenientes de una misteriosa valija traída por un tal Antonini Wilson?
- ¡Exacto! Como ves, estás entendiendo la terrible corrupción que financia a este gobierno sucio.
- Pero entonces la campaña de Cristina y de Cobos estaba financiada con dinero extranjero. ¿No es así?
- Estemm… Sí, pero seguro que Cobos no sabía nada de eso. Eso es una maniobra típica de los Kirchner.
- ¿Sabés qué creo? Creo que si es cierto lo de la valija de Antonini Wilson para pagar la campaña de Cristina, entonces Cobos también debería ser investigado.
- Te estás metiendo con una buena persona, y confiable, y además el próximo candidato a presidente.
- No tengo claro todavía por qué es tan mala esta presidenta, ni por qué es tan bueno Cobos.
- Bueno, tengo otro argumento importante. La presidenta impulsó una nueva Ley de Servicios Audiovisuales, que se aprobó a las apuradas en el congreso.
- ¿Y por qué era mala esta ley?
- Bueno, hijo, lo que busca esta ley es que los grandes medios se callen la boca, coartando su legítima libertad de expresión. Por eso algunos la llamaron “ley mordaza”, y otros “cepo K”. ¿Entendés?
- ¿Y de qué modo esta ley, que ya fue aprobada, puede hacer que los grandes medios no puedan expresarse?
- Bueno, una de las medidas que prevé la ley es que las empresas que tengan muchos medios y que estén cercanas al monopolio, deberán vender la mayoría de esos medios en el plazo de un año. Con lo cual, deberán venderlos a cualquier postor.
- No entiendo. Según había leído en el texto de la nueva ley, el plazo no es de un año. Primero se debe fijar en qué plazo la empresa puede recolocar sus activos, y recién cuando ese plazo está fijado, ahí empieza a correr un año. Lo que implica que tal vez pasen cinco o diez años antes de que se vea en la obligación de vender.
- Bueno, pero no importa. Lo importante es que, si una gran empresa vende, es como si le cerraran la boca.
- Pero si una gran empresa de medios se convierte en una colección de pequeños medios independientes, ¿no hace eso mejor a la difusión de contenidos, y a la pluralidad de opinión?
- En teoría sí, hijo, en teoría. Pero lo que la presidenta quiere es comprar todo a bajo precio para que los medios sean controlados por el Estado, como ocurre en Venezuela.
- Pero papá, no me dan las cuentas. Si las empresas se ven obligadas a vender en un plazo que va de cinco a diez años, y si la presidenta actual termina su mandato el año que viene, y si el próximo presidente puede ser Julio Cobos, entonces quiere decir que Julio Cobos quiere quedarse con todos los medios.
- No, no es así, hijo, no es así. Cobos llegará al poder gracias al consenso de la oposición.
- ¿Quiénes son la Oposición, papá?
- Bueno, la Oposición está conformada por Julio Cobos, Elisa Carrió, los líderes del Pro, Pino Solanas…
- No entiendo. Si Cobos es vicepresidente, ¿cómo puede formar parte de la oposición?
- Bueno, él es oficialista. Pero es opositor. Es una gran tensión ocupar ese cargo, hijo mío.
- Me imagino. Pero, ¿cómo piensan lograr un consenso Carrió, Cobos, el Pro y Pino Solanas?
- Bueno, básicamente se van a poner de acuerdo en algunos puntos y el que gane las próximas elecciones hará lo que acordaron.
- Pero no entiendo. ¿No se supone que Carrió, Cobos y Pino Solanas tienen ideas diferentes acerca del rumbo de la Argentina?
- Exacto.
- Entonces, el que va a votar a Pino Solanas piensa distinto que el que va a votar al Pro, ¿Verdad?
- Sí, por supuesto.
- Pero si se ponen de acuerdo de antemano, quiere decir que Pino Solanas y el Pro no piensan tan distinto.
- Bueno…
- Además, la idea de la democracia consiste en que cada uno presenta un proyecto y el pueblo lo elige. Pero si se ponen todos de acuerdo de antemano, ¿hay, realmente, proyectos alternativos para elegir, o sólo hay un único proyecto?
- Ese no es el punto, hijo, el punto es que la política argentina debe llegar a un consenso.
- Entiendo. Básicamente, entonces, la idea es que todos se deben poner de acuerdo en una única idea, sin discusiones, y la presidenta actual es una tirana y muy mala porque no quiere respetar el acuerdo unilateral de la Oposición, la cual, además, es vocera de lo mejor de la Argentina que es nuestro Campo. ¿Entendí bien?
- Bien, hijo, veo que entendiste cómo funciona la política argentina. Ahora a dormir. Buenas noches.
- Buenas noches, papá.

(El formato de este diálogo está inspirado en este texto)

10 comentarios:

Apóstata dijo...

¡Prístino!

DudaDesnuda dijo...

Aplauso, medalla y beso.

Alejandro dijo...

habria que mandarlo a la cama sin postre...para que no salga zurdito ese pibe...jeje.

felicitaciones.

Anónimo dijo...

Me da ASCO este post, lo leí porque pensé q al final venía algun chiste, algo como que me iba a hacer dar cuenta de q estaban jodiendo, como que era todo sarcástico.. En fin.. estamos perdidos..

Anónimo dijo...

Igual, pido disculpas por lo que dije en el comentario inmediatamente de arriba. Lo que pasa es que cada vez que critico algo firmo como anónimo, porque la verdad no tengo huevos para decir quién soy.
Perdón, perdón y disculpas. El que está perdido soy yo.

Anónimo dijo...

Ah..y lo que dije del asco es por unas masitas con leche que me vengo comiendo y me cayeron medio mal. Pido disculpas nuevamente.

Anónimo dijo...

Y la verdad no sé cómo no me di cuenta, en el post entero estaban jodiendo. Nadie con dos dedos de frente puede estar del lado de la oposición. Pero bueh, malinterpreté todo y salí al humo a defenestrar algo que no había entendido bien. Así soy yo, arrebatado. Pido disculpas una vez más.

Anónimo dijo...

encima de pelotudo me tomás el pelo q te pensás pantriste los ultimos dos comentarios no son mios y si queres te dejo mi nombre: Fabián Omar Martínez
Ah... y seguis dandome ASCO...

Anónimo dijo...

Perdón, perdón por el exabrupto del último comentario. No me llamo Fabián Omar Martínez; como bien dije anteriormente, no tengo huevos para poner mi nombre verdadero y la verdad es que si estuviéramos cara a cara no me animaría a decir ninguna de las cosas que dije. Por eso aprovecho el anonimato.

Bombo dijo...

el pibe ese es de carta abierta