lunes, 30 de junio de 2008

La mortadela como problema de clase

[Hace como un año, no sé bien, el Submundo estaba frío. Así como ahora de aquietados, estaban sus apuntadores (lectores y columnistas), que lo dejan dormir cada tanto. Entonces busqué un artículo viejo sobre la papa y lo puse. Ahora encontré este, tambien viejo, sobre la mortadela. Algo de actualidad le huelo.]

Excúsase aquí este apunte en tanto parezca referirse al ser nacional o a alguna de esas ideas de aproximación fascista como las que fundamentan las canciones de Eladia Blazquez; se pinta la aldea porque es lo que hay a mano. Quiero decir algo obvio: la falta de conciencia política y el mal gusto se parecen. Dijo uno de los amigos del Turco: "Él es como la mortadela: pocos lo reconocerían públicamente, pero muchos la consumen. Muchos van a votar a Menem aunque hoy figure abajo en las encuestas". Puede conseguirse una excelente mortadela u otra de menor calidad; salvo excepciones, la nobleza o su falta -el esnobismo- no se encontrarán en la materia prima sino en el proceso de transformación y en los modos de consumo. Los que se niegan a reconocer que comen mortadela serán reconocidos tanto por su pertinencia social como por sus gustos culinarios. Se trata de gente que tiene vergüenza de votar a un sospechoso al que va a votar, y de comer mortadela. La ideología papilar argentina tiene sus visibles lugares comunes. La clase media le pone roquefort al pescado para tapar lo que no le gusta, así se esconde el sabor propio del pescado y se engaña a la propia lengua. Con procedimientos innobles se tragan mejor los sapos: votar con nauseas, dejar la casa en orden con gérmenes insalubres bajo la alfombra de queso azul. Mortadela a escondidas, champagne con helado, pasta recocida...: candidatos vergonzantes para lenguas que esconden y desconocen sus intenciones. Estropeadas versiones de tradición mejicana han llegado de Estados Unidos a la Argentina para empeorar la cosas, y hoy le ponemos picante a todo como si eso fuera cocinar. Allá vamos: los yanquis comen very hot mierda, el picante disfraza las elecciones aplastando el saber del sabor.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca entiendo las metáforas. Pero nunca,eh. ¿Qué soy, moderno soy?

Anónimo dijo...

"MAF contra la ideología de la clase media"... Si se juntan todos los posts y comentarios que hay acá sobre ese tema, tenemos un libro.

Anónimo dijo...

Con el kilombo que hay escriben de comida? Están locos acá

Anónimo dijo...

(del "Manual de sonseras argentinas")

“Que la alta clase propietaria de la tierra se aferre al país chico, no será patriótico, pero es congruente. También es explicable que la imagen de un estatus seduzca con su jerarquía, supuesta a los “primos pobres” y a la alta clase media. Pero que la burguesía desnaturalice sus función histórica adoptando las pautas ideológicas de las clase que se oponen a su desarrollo, es una aberración, porque su posición antinacional significa una posición antiburguesa, ya que el desarrollo de un capitalismo nacional depende exclusivamente de la modernización de las estructuras”

“El naciente capitalismo en la Argentina fue ajeno en sus hombres al hecho histórico que lo provocaba, produciéndose la paradoja que le correspondiese a la clase obrera abrir la etapa de desarrollo económico burgués. Más aún, la nueva burguesía continúa incapacitada para jugar su papel y es, precisamente, porque en la medida que asciende, pierde conciencia de su propia realidad para hacer suya la imagen de importancia que le presenta el tilingo. Se queda en “El medio pelo” y rechazando el triunfo burgués, se adecua al remedio, la imitación de la clase alta”

“Los trabajadores y la alta clase ligada a la estructura perimida no necesitan hacer esa introspección porque ya lo saben. Esos sectores siempre son congruentes, porque no se manejan a nivel de ideologías, sino a nivel de hechos concretos… En cambio, la confusión se produce en las clases intermedias y dentro de estas, particularmente, en aquellos que queriendo constituir la inteligencia argentina, son solo la intelligentzia… esas clases intermedias han sido subestimadas en su importancia y el resultado ha sido que los factores que hacen la colonización pedagógica, a través de la captación cultural, las han puesto a sus servicios en los momentos críticos de nuestra historia, rompiendo el equilibrio a favor del mantenimiento de las viejas estructuras. En el conflicto entre la argentina nueva, la real, que quiere realizarse mas allá del destino colonial agropecuario y la ya agotada estructura de ese país pequeño, la toma de posiciones de esas clases intermedias es esencial y requiere esa introspección”

Anónimo dijo...

OJO!La mortadela se fabrica gracias al trabajo DEL CAMPO!Sin el campo, en este país, no existirían ni los posts pelotudos de Elsubmundodelespectáculo, ni el país existiría.

Rosa O'Henry dijo...

que lindo sería vivir en un país que no exista, un pais lleno de mortadela y sin territorio. Un país concampo y sin "el campo" con tierra llena de campesinos.

gabrielaa. dijo...

¡más mortadela y menos soja!

Anónimo dijo...

“En el conflicto con el campo, el gobierno quiere imponer un sofisma, una falsedad bajo la apariencia de una verdad. Este problema requiere una solución inmediata que ni Néstor Kirchner ni su esposa, la presidenta, pueden dar. Se trata de una crisis artificial, creada por la tozudez del Gobierno”
(Consultado por La Nación, así contestó la semana pasada, desde la cárcel que se niega a dejar, el pensador gay Carlos Robledo Puch, condenado a prisión perpetua por haberse cargado 11 fiambres)

Anónimo dijo...

Sacachulos

Anónimo dijo...

pero qué clase de salame admitiría que prefiere una buena morcilla en vez de mortadela, que es la única porquería que tiene a mano...