viernes, 24 de febrero de 2006

UNA PELÍCULA DE MIERDA

Todavía no puedo creer la película que me hicieron ver, no es que me obligaron, pero a veces una tiene que ceder en su rol de gente para que la rueda mundial siga mareando a los seres de poca autoestima y visión dañada por el ímpetu in saldado.
Éramos cinco, a cuatro la película les gustó MUCHÍSIMO y hoy los borré de mi agenda con un palo.
No voy a decir el título de la película, ni el director, ni el nombre de los actores para evitar convertirme en uno de esos maliciosos oportunistas que detesto por contar los films como si fueran los autores y sienten cierto mérito por haberla visto antes que los demás.
Dígame usted, amable lector de este Blog cultural, cómo se puede sostener un argumento que arranca en un auto a toda velocidad con siete estudiantes borrachos que atraviesan la frontera, no voy a decir de qué país y aparecen mágicamente involucrados en el plan de huida de una mujer atada a una rueda de la fortuna, o a una metáfora similar, para evitar dar mas datos.
No voy a negar que la actuación de ella (tal vez merecedora de un Oscar al reinventismo) sea por lo menos imparcial. En ningún momento se le nota estar cobrando una fortuna por aparecer filmando una película en la cual debe besarse con mas de UNA DOCENA de mujeres hediondas mientras busca ascender en una empresa multinacionalmente gris para llegar al puesto que nunca debió haber dejado por culpa de un sueño que no fue de ella y que sin embargo le costó su corta carrera, no como ejecutiva sino como portadora de un secreto (el secreto realmente es lo peor de la película) que hace que todo el mundo la trate con respeto y que varios personajes intenten a través de infantiles juegos de palabras quitarle al menos una parte de ese ¿secreto? que tan bien haría a muchas personas, incluyendo al estudiante rubio y borracho del auto en la frontera que al verla (en realidad no la ve, solo la recuerda o la intuye, que es lo mismo) envejece irremediablemente a toda velocidad y se va encontrando con su futuro hijo, su futura casa, y finalmente su propia muerte a manos de su mejor amigo, que todavía es desconocedor absoluto de su futuro. Como si todo esto fuera poco (algunos actores deberían cambiar de representantes) hay un cocinero italiano que se entromete en los planes de la mujer y la sigue de un modo burdo por todos lados (la escena en que ambos se encuentran desnudos en el sauna es digna de un Fellini de paco) pero convence a la platea adolescente que como ya es costumbre desde que pusieron los respaldos altos en las butacas de los cines, aplaude y se ríe fuerte.
Cuando parece que el argumento se encamina hacia un triunfo de la verdad y la justicia sobre la maldad y la desigualdad hace una intempestiva aparición su ex marido (un actor que debiera ya cuidar lo que filma antes que lo que cobra) conduciendo a una pandilla de estafadores de primer mundo con computadoras portátiles desde las cuales manejan satélites que cambian el clima en Medio Oriente y motos de baja cilindrada (camufladas de modo impresentable) para detener una carrera pedestre de la que depende la vida de un joven deportista a la postre se supone, presidente del país.
Todo eso con música clásica versionada por los Herederos de Papo, una banda que si no existe ya debería ir siendo castingneada.
Cuando la palabra FIN irrumpió en el límite inferior de la pantalla, sentí eso que se siente cuando vemos que la herida sangra pero que por lo menos ya no duele.
La gente que no vio El Ciudadano aplaudía y comentaba en voz alta sus precarias impresiones, afuera llovía, esa parecía la buena noticia.

21 comentarios:

Bandana dijo...

Por alguna razón, desde hace pocos años lo único que me jode de las películas es el costado ideológico y no si los argumentos tienen la calidad de un pantalón de gimnasia comprado en La Salada o si sus actores son cadáveres movidos por un titiritero al que se le enredan los hilos. Cuando se trata de un clásico, (y sobre todo si es de hace cuarenta o cincuenta años) los valores que uno utiliza para juzgarla no pueden ser los mismos que se utilizan para lo contemporáneo. Un método que suelo utilizar: cuando me parece muy, pero muy mala (sea una película, un libro, un invento o una actitud) y la prensa la elogia durante décadas, me abstengo de todo juicio y trato de olvidarla para siempre. O, por lo menos, trato de evitar el tema todas las veces que pueda. Prefiero creer que no la he entendido, o que hay allí algo oculto que se me escapa. Aunque secretamente yo sepa que todos los que la elogiaron sean unos snobs.

Anónimo dijo...

bandana: ¿usted vio la película criticada? ¿vio El Ciudadano? ¿vio acaso el informe de Maria Laura Santillán sobre la feria de La Salada?
No es que yo quiera mediar en una discusión entre dos mujeres pero bandana creo que usted debería quedarse con las palabras numero 146,147,148 y 149 de su confuso comentario.
Y a usted Ana, cuando quiera la puedo invitar al cine a ver una película de la que no se a arrepentir.

Anónimo dijo...

POR FAVOR DIGAN EL NOMBRE DE LA PELÍCULA.

Bandana dijo...

Shalke04: me gustaría saber por qué una persona se enoja tanto como para contar las palabras de un comentario y echarme en cara no las palabras, sino el número de orden de las mismas. Por otra parte, ¿el comentario es confuso o usted no lo entendió? Por lo que usted dice, parece ser lo segundo, porque para los efectos de mi comentario no hace falta haber visto esa película o haber comprado pantalones en La Salada. Y sí, vi El Ciudadano, no compré pantalones en La Salada pero sí una horrible minifalda y no ví el informe de María Laura Santillán. Ahora explíqueme usted de qué modo mi confirmación le sirve para... ¿para qué?

PD: ¿Qué dicen las palabras 146, etc.? (no espere que yo, ni que el resto de los lectores tengamos tanto tiempo libre como para contar las palabras) ¿Usted siempre remite a los discursos de otros refiriéndose ordinalmente? Amiga mía, eso es verdaderamente confundente.

Bandana dijo...

Shalke 04:Le remito a las palabras 47, 48, 49 y 50 de su propio comentario.

Anónimo dijo...

¿Vos hablás de El hijo de la Novia, no?

Anónimo dijo...

Algunas mujeres parece que necesitan figurar a cualquier precio - yo si conté las palabras que propusieron, y no me considero un imbécil por seguir esa broma - sin embargo sinceramente creo que ni Ana ni Bandana entendieron la película de la que hablan, ni evidentemente muchas otras del pasado (sobre todo Bandana, que se jacta de soportar todo menos ideologías) en fin, así estamos.
Para el final les dejo una pregunta a cada una.
Ana: ¿Vos borrás a la gente de tu agenda por sus gustos o modo de expresarse?
Bandanita ¿Te hace enojar que te ALQUILEN una butaca cada vez que vas al cine?

Anónimo dijo...

Nadie reparó en el título del post, quizá muy...visceral?
Por las dudas, palabras 1,2,3 y 4 del post.

Ah, otra cosa: Si se esclareciera cuál fue la película, descenderían notablemente los niveles de tensión desplegados. Por asiduo a blogs y foros en los que la gente responde a las polémicas con un contundente "lo que pasa es que vos no te bañás", o bien, "como te cabió aquella marroneada que jamás olvidarás", puedo decir con autoridad que está discusión es en calidad similar; sólo que hay un poco más de lectura, y alguna que otra visita al buen cine universal(?).

Por otra parte, les advierto: no se metan con las ferias de La Salada. Algo grave puede sucederles.

El Ramero

Bandana dijo...

Tolosa: no soportar las ideologías no significa no entender -o no aceptar- un argumento. Por otra parte, usted contó las palabras y tampoco me dijo a qué debo remitirme.

Anónimo dijo...

Si no me vence la tentación, no voy a responder a los que firman como anónimos por más "intelectualoides de respostería" que parezcan.
Solo me voy a apoyar en ese comentario para remitir a la querida Bandana, a las palabras 60,70,71,72,73,74,75,76, tratando con esfuerzo de respetarla.

Bandana dijo...

Tolosa o quiencoñoseas: 74, 109, 1024, 123, 534, 675, 98, 4, 18, infinito punto rojo. (No olvidarse de restar los números primos si aparecen detrás de un seis y multiplicar por catorce si el infinito es posterior a algún número cuyo valor absoluto tenga la misma cardinalidad que la decena cuyo valor absoluto sea 1)
¿Aclarado?

Anónimo dijo...

¿LA película es plata dulce o no? por favor respondemén esto

Anónimo dijo...

Usuario anónimo: ¿cómo te cabió esa marroniada que nunca olvidarás?

Anónimo dijo...

La saqué. Es una de vaqueros o la historia oficial.

Bandana dijo...

A Uma: yo tampoco vi la película y no dije que no me gustara.

Anónimo dijo...

¿Es "La guerra de los mundos? Por favor, contéstenme enseguida que ya no puedo con el suspenso

Anónimo dijo...

Creo que la autora de este post debería decir el nombre de la película sin más rodeos porque así invalida a su propia opinión. "yo sé de alguien que es malo y golpea a su hijo", "no agarren una calle que no les voy a decir porque está llena de baches", "va a haber una fiesta increíble con tragos gratis y buena música en un lugar que no puedo contarles a una hora que me pienso guardar"
Ah, y estoy de acuerdo con Bandana en cuanto a esa tontería de tener que contar palabras para saber qué es lo que reponden.
Imbécil tiene siete letras, Shalke 04, te sirve el dato?

Caperucita Negra

Anónimo dijo...

todo está bastante divertido eh
me gustan sobre todo las preguntas de mir77, la referencia a maría laura santillan de shalke, las referencias numéricas, el hecho de que todos sean tan prolijitos para escribir... la verdá, me gustó

Anónimo dijo...

Y Raydavies, ¿Es el Rey David? No soporto más, tanto misterio. Por favor, mándenme un mail explicándome todo. Yo prometo que no lo voy a botonear.

Anónimo dijo...

quizas no diga el nombre de la pelicula para no dejar tan simple vista su poca percepcion sobre el arte y no tener que enfrentar un monton de explicaciones y criticas sobre su pobre columna ,con aires de critica de cine. No decir especificamente el nombre de la pelicula es una gran muestra de falta de cojones u ovarios(vaya saber cual de los dos porta)y una muestra de chatura intelectual tal que cree nombrar el titulo de dicho film lo convertiria en una "oportunista", y como muestra de tal chatura elimina a de su agenda a quienes consideraron esta pelicula como buena o mas. Tiene tan pocos argumento para defender du postura que ha hecho de su descargo un carnaval numerico sin sentido que solo la deja en una posicion tal que solo la habilitaria para pedir clases de apoyo para comprender el cuadrado de un binomio y asi quizas en su proxima critica nos pueda deslumbrar con hermosas y cordiales explicaciones sobre la raiz cuadrada, cubica, en fin y de este modo alejarse de (segun mi punto de vista) lo que una vez fue un lindo sueño "ser critico de cine". rai

Anónimo dijo...

No entendí: ¿la película se llama rai? Explíqueme, usuario anónimo